Guterres condena los enfrentamientos entre fuerzas sudanesas y alerta sobre las consecuencias en los civiles

 ONU

Tras el inicio este sábado de una serie de combates en la capital de Sudán y otras zonas del país, António Guterres destaca que cualquier recrudecimiento de los ataques provocará “efectos devastadores para la población civil” y agravará la situación humanitaria del país.


El Secretario General de la ONU condenó hoy enérgicamente el estallido de violencia que se produjo este sábado en Jartum, la capital de Sudán, entre el grupo Fuerzas de Apoyo Rápido y las Fuerzas Armadas Sudanesas.


En un comunicado emitido por la Oficina del portavoz de António Guterres se llama a los dirigentes de ambas formaciones a cesar las hostilidades de inmediato, restablecer la calma e iniciar un diálogo para resolver la crisis actual.


“Cualquier intensificación de los combates tendrá consecuencias devastadoras para la población civil y agravará aún más la ya precaria situación humanitaria del país”, destacó.


El titular de la ONU llamó a los Estados miembros regionales a “apoyar los trabajos para restablecer el orden y volver a la senda de la transición”. 


Guterres afirmó estar en contacto con otros mandatarios regionales y reiteró el compromiso de las Naciones Unidas de apoyar al pueblo de Sudán “en sus esfuerzos por restablecer una transición democrática y hacer realidad sus aspiraciones de construir un futuro pacífico y seguro”.   


El representante especial del Secretario General para Sudán y jefe de la Misión Integrada de Asistencia a la Transición de las Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS), Volker Perthes, también reprobó la violencia iniciada en muchas partes de la capital, Jartum, y en otras zonas fuera de la capital sudanesa.


Según informaciones de prensa, las Fuerzas de Apoyo Rápido habrían tomado el control de tres aeropuertos: el internacional de Jartum, el de Merowe, el de al-Obeid y también el palacio presidencial.


La ONU advirtió sobre las tensiones entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido

Las Fuerzas de Apoyo Rápido se crearon a partir de la milicia Janjaweed, que anteriormente actuaba en la región sudanesa de Darfur. La organización participó en las negociaciones destinadas a lograr una transición del actual gobierno militar, que ostenta el poder desde un golpe de Estado en 2021, a un gobierno civil.


La integración de Fuerzas de Apoyo Rápido en el ejército fue una de las cuestiones debatidas en el marco del acuerdo político alcanzado en febrero y que cuenta con el apoyo de la ONU.


No obstante, en una sesión del Consejo de Seguridad celebrada el pasado 20 de marzo, Perthes advirtió del aumento de las tensiones entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido durante las últimas semanas, e hizo un llamamiento a la desescalada.


El representante del Secretario General se dirigió a ambas partes pidiéndoles el cese inmediato de los combates, para garantizar la seguridad del pueblo sudanés y evitar más violencia en el país.