Expresidente de Audi negocia una confesión en juicio por "Dieselgate"

Múnich, 25 abr (dpa) - El expresidente de la automotriz alemana Audi, Rupert Stadler, está negociando un acuerdo de confesión en el juicio por el denominado "Dieselgate", informaron hoy fuentes judiciales.


El juez que preside el Tribunal de Múnich, Stefan Weickert, indicó hoy que el tribunal ofrece la posibilidad a Stadler de una sentencia bajo libertad condicional de entre un año y medio y dos años, en caso de que realice una confesión completa.


Por su parte, la Fiscalía indicó que "podría vivir con ello", si además Stadler tuviera que pagar una multa de millones de euros.


Los abogados defensores de Stadler también expresaron su "interés fundamental en llevar el proceso a buen término".


El que fuera presidente de Audi se enfrenta a cargos relacionados con la falsificación de los valores de emisiones en los coches diésel de la compañía.


El exjefe de desarrollo de motores de Audi, Wolfgang Hatz, confesó hoy en el juicio, aunque en su caso la Fiscalía rechazó la propuesta de llegar a un acuerdo que incluyese libertad condicional.


Según una evaluación preliminar de la sala de delitos económicos del tribunal, Stadler debería haberse dado cuenta como muy tarde en julio de 2016 de que los valores de las emisiones de escape de los vehículos diésel podrían haber sido manipulados.


La evaluación agrega que Stadler debería haber abordado el asunto e informado a los socios comerciales, en lugar de permitir que se siguieran vendiendo los vehículos.


Por su parte, Hatz admitió haber dispuesto que se desarrollara un software para que los motores diésel emitieran niveles de óxido de nitrógeno aceptables en el banco de pruebas pero no en trayectos por carretera.


De este modo, el fabricante de automóviles no tenía que instalar en los vehículos depósitos de combustible de Adblue más grandes para cumplir los niveles de emisiones prescritos por la ley.


En su confesión, leída por su abogado defensor, Hatz indicó que había aceptado la posibilidad de que se instalaran dispositivos de desactivación ilícitos.


El tribunal propuso una condena bajo libertad condicional con pago de 400.000 euros (442.170 dólares) para Hatz en caso de confesión completa. Los abogados defensores de Hatz estuvieron de acuerdo, pero la Fiscalía exigió una pena de prisión sin libertad condicional por considerar que Hatz es responsable de daños considerables y que la confesión llega muy tarde.