Encaste centenario para el toro ensogao de ‘San Marcos’ en Beas (Jaén)

 EFE

María Tajadura


Jaén, 23 abr (EFE).- El municipio jiennense de Beas de Segura vive este domingo la jornada más emotiva y querida por los vecinos, el primer desencajonamiento y entrada a pie de las yuntas, “Reses del Pueblo”, y su posterior engalanado, en las Fiestas de los ‘Toros Ensogados’ de San Marcos.


Las reses que participan en esta jornada son del pueblo, cuidadas y criadas por los ganaderos de Beas “con mimo y cariño” y para ellos es un orgullo que puedan salir en San Marcos, una fiesta con más de 500 años de historia y declarada de Interés Turístico de Andalucía.


El alcalde de Beas de Segura, José Alberto Rodríguez, ha explicado a los periodistas que si hay algo que hace realmente único a este festejo taurino es que una parte de las reses utilizadas son ganado bravo cruzado que los vecinos crían expresamente para las Fiestas de San Marcos.


“Estas reses están exentas del sacrificio obligatorio que exige la legislación vigente y son devueltas al campo a la espera de ser corridas en años posteriores, conservando así el rasgo más distintivo y ancestral de estos festejos: la crianza y doma de ganado bovino cruzado para el laboreo de los campos y que luego era utilizado en la fiesta de San Marcos”, ha indicado el primer edil.


Cinco veces más población para vivir la fiesta


Durante estas fiestas la población de Beas de Segura, con 5.115 habitantes según el último censo, de las que 3.470 personas pertenecen a peñas sanmarqueras, se multiplica por cinco. “Es una barbaridad el carácter popular de la fiesta y el valor antropológico” ha añadido el primer edil.


El festejo ha comenzado a primera hora de la mañana con la entrada por el portón de las tres yuntas a pie, tres parejas de vacas con el ubio o yunta, vacas pertenecientes a las ganaderías ‘Garrancho y Juan Carlos Venegas’, familia de las ‘Bolas y Sepe’ y ‘Los Murcianos Paco y Nicolás’, hasta llegar a la plaza de San Marcos.


Es en la plaza del pueblo donde las yuntas son desuncidas, quedando las reses atadas por los cuernos con una soga de unos veinte metros que sirve a la cuadrilla para guiar las carreras y evitar posibles cogidas, sumisos a la voz de sus gañanes, los hombres que doman el ganado vacuno, ante el numeroso público, vecinos y turistas, que los esperan en las gradas o barreras.


El resto de reses del pueblo, hasta las 69 de este domingo, lo hacen en cajón, libres sólo con la soga que se utiliza para controlar las embestidas y evitar posibles cogidas.


A lo largo del trayecto se producen carreras simultáneas de varias reses en las mismas calles en función de la voluntad de las cuadrillas para decidir cuándo y por donde las corren dentro del espacio urbano habilitado para el festejo.


Varios vecinos, que viven con intensidad esta fiesta del toro, han recordado  a la Agencia EFE que los toros y vacas de media casta que “se doman con habilidad y paciencia en un largo proceso que acaba estableciendo un estrecho vínculo entre ellos y sus animales”.


Arraigo cultural


Añaden que muchos de estos animales han sido siempre considerados un miembro más de la familia, “no solo proporcionaban la fuerza de trabajo para subsistir, sino que también eran motivo de orgullo y distinción social cuando eran seleccionadas para correr en San Marcos”.


El responsable de Turismo de la Diputación de Jaén, Fran Lozano, ha informado de que el esfuerzo de la Administración provincial se centra en promocionar y dar difusión a estas fiestas para que puedan ser declaradas de Interés Turístico Nacional.


Este año durante los tres días de las Fiestas de San Marcos, recorrerán las calles de esta localidad 145 reses bravas, 63 machos y 82 hembras, equivalente a 24 corridas de toros, una más que en la feria madrileña de San Isidro este año. EFE