Dortmund llega golpeado al derbi con Schalke tras caer en la Champions

Por Heinz Büse (dpa)

Londres, 8 mar (dpa) - La eliminación de la Liga de Campeones representó un duro revés para el Borussia Dortmund, además del fin de una racha de triunfos y la pérdida de un jugador clave antes del derbi del Ruhr del sábado con el Schalke por la Bundesliga. 


Para el asesor del club alemán Matthias Sammer fue un "contundente escándalo"; para el impetuoso Emre Can, "la culpa del árbitro"; y para el entrenador Edin Terzic, "una decisión muy dura". 


La amarga eliminación en los octavos de final de la Liga de Campeones a manos del Chelsea, con decisiones sobre penales muy discutidas, hizo desaparecer el buen humor en el Dortmund cuando faltan pocos días para el explosivo clásico del sábado con el Schalke.


El Dortmund encontró rápidamente al culpable de la derrota por 2-0 ante el Chelsea que puso fin a una racha de diez victorias seguidas. 


Sobre todo Can montó en cólera tras el silbato final. "Jugamos aquí en Stamford Bridge, quizá el árbitro tenga miedo de los aficionados, pero entonces la UEFA debería enviar a otro", se quejó el todoterreno defensivo. 


El experimentado comentarista de televisión Sammer reaccionó no menos molesto durante la emisión: "El penal y la repetición. Esto es un contundente escándalo. Tampoco necesito un oficial de reglas. Makkelie es una persona muy, muy arrogante".


La causa del enojo fue que, tras un centro de Ben Chilwell, el balón saltó al brazo ligeramente extendido del lateral Marius Wolf, lo que el árbitro holandés solo decidió castigar con penal luego de la intervención del asistente de vídeo.


Havertz pateó el penal y estrelló el balón contra el poste interior, pero se le permitió repetirlo porque algunos jugadores habían entrado demasiado pronto en el área. 


Wolf fue consciente de que no tuvo la culpa. "En general, es muy molesto. No es con intención, no voy a por el balón, tengo el brazo pegado al cuerpo y aun así me doy la vuelta", explicó.


El jugador también criticó la falta de tacto del árbitro, al igual que Sammer. "No me dejó hablar con él. Al menos quería que me lo explicara. Sobre todo con una decisión así", dijo. 


La decisión de Makkelie de repetir el penal, que según el experto en árbitros Wolfgang Stark fue "conforme al reglamento", se diluyó en medio de la agitación general.


En general, la reprimenda del árbitro solo sirvió para explicar una actuación decepcionante, que privó al número dos de la Bundesliga alemana de unos ingresos adicionales de más de diez millones de euros (10,5 millones de dólares). Al fin y al cabo, el rendimiento ofensivo del Borussia fue desalentador.


Raheem Sterling (44) ya había igualado el 1-0 del Dortmund del partido de ida con su gol poco antes del descanso.


"Simplemente fuimos demasiado pasivos en la primera parte. Nos faltó poder de penetración en la zona de ataque. Si somos sinceros con nosotros mismos, podemos estar contentos con el 0-1 al descanso", admitió el central Nico Schlotterbeck y resumió el dilema: "Hubiera sido posible más".


Todos esperan que el revés en Londres no afecte de forma negativa en la pelea por el título de la Bundesliga. El Dortmund escolta al Bayern en la cima de la tabla de clasificación, ambos con 49 puntos. 


Sobre todo porque el destacado jugador del Dortmund Julian Brandt sufrió una lesión en el tercer minuto del partido y corre peligro de ser baja. "Está claro para todos que esto nos duele. Estaba en una forma extraordinaria", se quejó Schlotterbeck.  


A pesar de todo, el Dortmund quiere continuar su impresionante carrera por alcanzar al Bayern y presionar aún más a este, que lidera apenas por una diferencia de goles.


Una victoria en Gelsenkirchen podría disipar rápidamente las dudas que surgieron en Londres. Wolf marcó la pauta: "Hoy la decepción es grande. Pero a partir de mañana, la atención se centra plenamente en el Schalke. Queremos ganar el partido a toda costa". Con mirada decidida, el defensor añadió: "Es un derbi, es el derbi".