Católicos alemanes concluyen proceso de reformas marcando "rumbo fijo"

Fráncfort, 11 mar (dpa) - Los católicos alemanas concluyeron hoy su proceso de reformas denominado Camino Sinodal, iniciado hace tres años y medio, tras el cual tanto la Conferencia Episcopal Alemana como el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) sacaron una conclusión positiva.


"Me siento muy aliviado", declaró el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, al final de la quinta y última asamblea sinodal celebrada en Fráncfort.


"El Camino Sinodal ha funcionado, a pesar de todas las diferencias y a pesar de todas las profecías catastrofistas", señaló Bätzing, obispo de Limburgo. "Aún no hemos podido decidirlo todo, pero se ha fijado el rumbo. (...) En general, hemos superado la prueba de resistencia".


El obispo destacó que está claro que la Iglesia católica es capaz de cambiar y calificó de abstruso considerar al Camino Sinodal como el inicio de una escisión o el camino hacia una Iglesia nacional alemana.


Irme Stetter-Karp, presidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes, que representa a los laicos, se mostró algo más reservada. Elogió el Camino Sinodal por haber conducido a una nueva cultura del diálogo y subrayó que fue un gran éxito que todos los temas se pusieran abiertamente sobre la mesa.


Sin embargo, también admitió: "Sin duda, habría deseado más. (...) No hemos conseguido cambiar realmente la estructura de la Iglesia católica en Alemania. Tres años y medio no han sido suficientes".


Explicó que, por esto, un comité preparará en los próximos tres años un consejo sinodal, en el que clérigos y laicos tomen decisiones juntos también en el futuro. Un problema, sin embargo, es que el Vaticano es muy crítico con tal organismo.


Hoy hubo un momento de entusiasmo cuando tanto la Asamblea Sinodal en su conjunto así como los obispos aprobaron por amplia mayoría un texto sobre el tratamiento de la diversidad de género. De los 197 asambleístas presentes, 170 votaron a favor, ocho en contra y 19 se abstuvieron.


Entre los obispos, hubo 38 votos a favor, siete en contra y 13 abstenciones. Así se alcanzó la mayoría de dos tercios de obispos necesaria para todas las decisiones.


Numerosos delegados aplaudieron de pie tras este resultado, algunos ondeando banderas arco iris. "Mi más alto, alto respeto por esta Conferencia Episcopal", comentó la religiosa Katharina Kluitmann.


La adopción de un texto sobre las mujeres en los oficios sacramentales también recibió una acogida en parte tormentosa.


Sin embargo, la ordenación de mujeres al sacerdocio está todavía muy lejos: el texto trata de la apertura del diaconado a las mujeres, y esto en el sentido de una defensa en diálogo dentro de la Iglesia en el plano mundial. La decisión final al respecto solo puede tomarla el papa.


En los últimos días, la Asamblea sinodal ya había adoptado varias propuestas de reforma. Por ejemplo, decidió por amplia mayoría introducir "lo antes posible" ceremonias oficiales de bendición de parejas homosexuales.


Hasta ahora, este tipo de celebraciones se desarrollaban en una zona gris del derecho eclesiástico. La asamblea sinodal también decidió reforzar las competencias de los laicos: por ejemplo, las mujeres podrán predicar en los oficios religiosos.


Muchos miembros reformistas de la asamblea sinodal criticaron que los proyectos de resolución fueran sido "suavizados" varias veces por los obispos. La Comunidad de Mujeres Católicas de Alemania declaró tener sentimientos encontrados sobre la última asamblea sinodal.


Un pequeño grupo de opositores a la reforma se manifestó frente a la feria de Fráncfort, donde se celebró la asamblea. Bajo el lema "No a la herejía y al cisma", exigieron la dimisión de Bätzing.


Un sacerdote ataviado con un birrete, prenda que ya no suele llevar el clero católico, rezó ante una estatua de la Virgen María, mientras unas pancartas pedían la renuncia a los procesos de renovación.