Últimos activistas abandonan túnel tras desalojo de pueblo minero alemán

Erkelenz/Fráncfort/Berlín, 16 ene (dpa) - Cinco días después de que comenzara el desalojo de Lützerath, el pueblo de la cuenca minera alemana enfrentado a su demolición para extraer carbón, los dos activistas climáticos que quedaban en él abandonaron hoy un túnel subterráneo, como observó un reportero de dpa.


Los activistas del túnel fueron considerados los últimos ocupantes de Lützerath. Así pues, el desalojo del pueblo situado al borde de la mina de lignito a cielo abierto de Garzweiler puede considerarse casi completo.


La Policía ya había declarado el domingo que el desalojo había concluido, salvo en el caso de los dos activistas del túnel. Los bomberos de la empresa energética RWE, propietaria de los terrenos, se hicieron cargo de la operación, descrita como un "rescate".


Activistas climáticos ocuparon el pueblo abandonado para evitar la demolición. A partir del miércoles, se procedió a su desalojo, durante el que se produjeron enfrentamientos con las fuerzas policiales, algunos muy violentos, que fueron criticados hoy por el Gobierno alemán.


La portavoz adjunta del Gobierno, Christiane Hoffmann, se refirió a una entrevista concedida el fin de semana por el canciller Olaf Scholz al diario "taz", en la que afirmaba que el límite en las manifestaciones pasa por donde se produce la violencia.


"En Lützerath se cruzó esta línea, y lo condenamos expresamente", declaró Hoffmann el lunes en Berlín.


Hoffmann dio las gracias a los agentes de policía desplegados en torno a Lützerath y expresó que no había sido una operación fácil, los preparativos y la ejecución habían supuesto un enorme reto.


Por su parte, RWE dio hoy por hecho que la demolición del pueblo de Lützerath concluirá en breve y que a partir de marzo o abril se podrá empezar a extraer lignito de su subsuelo.


Un portavoz de la empresa dijo que se esperaba que el desmantelamiento durara entre ocho y diez días más, en declaraciones que el diario "Rheinische Post" publica en su edición de hoy.


"En marzo o abril, la mina a cielo abierto podría llegar al antiguo pueblo y excavarlo", agregó. Hasta el final del desmantelamiento, la Policía quiere mantener efectivos en el lugar, explicó.


Lützerath lleva días acordonada por agentes de policía y rodeada por una doble valla. Actualmente se están demoliendo los edificios del pequeño pueblo situado en el municipio de Erkelenz, al oeste de la ciudad de Colonia, para que RWE pueda excavar el carbón que hay debajo.


Durante los trabajos de demolición, una pequeña cabaña erigida en el campamento de protesta y que iba a ser expuesta en el Museo Alemán de Arquitectura fue destruida durante los operativos de desmantelamiento. Según comunicó hoy el museo en Instagram, la cabaña "Rotkoehlchen" fue destruida durante el fin de semana.


Además de este nuevo conflicto, RWE se enfrenta ahora a otro con activistas climáticos. Un grupo de estos ocuparon una máquina excavadora en la mina de lignito a cielo abierto de Hambach, también en la región minera de Renania, a unos 20 kilómetros de Lützerath.


Un total de cuatro personas se encontraban en la excavadora de gran tamaño desde primeras horas de la mañana de hoy, según declaró un portavoz de RWE a dpa, quien aseguró que la excavadora dejó de funcionar y que se informó a la Policía.


Según el grupo de protesta "Gegenangriff - für das gute Leben" (Contraataque - Por una buena vida), el grupo ocupante esta formado por ocho activistas. La acción pretende mostrar solidaridad con la gente en Lützerath. El grupo también criticó la actuación policial en el lugar y exigió la socialización de la producción energética.