Policía alemana se enfrenta a ecologistas que avanzaban hacia Lützerath

Erkelenz (Alemania), 14 ene (dpa) - La policía dispersó hoy con cañones de agua y porras a los activistas climáticos que se oponen a la ampliación de una mina de carbón en el pueblo de Lützerath, en el oeste de Alemania, cuando estos pretendían avanzar hacia el asentamiento.


Un portavoz policial dijo que hubo que recurrir a la fuerza para impedir que los manifestantes avanzaran hacia la aldea, que forma parte del distrito de la ciudad de Erkelenz, en el estado federado de Renania del Norte-Wesfalia.


El pueblo, propiedad ahora de la empresa energética RWE y ubicado al oeste de Colonia, lleva días acordonado y rodeado por una doble valla. Actualmente se están demoliendo los pocos edificios que quedan en el asentamiento para que RWE pueda excavar el lignito que hay debajo.


Cerca del lugar miles de personas protestaron hoy contra el proyecto a pesar de la lluvia continua y las fuertes ráfagas de viento. La policía estimó que había 10.000 participantes, mientras que los organizadores cifraron los asistentes en 35.000.


Algunos de los manifestantes intentaron llegar a Lützerath o atravesar la zona minera a cielo abierto, pero la Policía los hizo retroceder por la fuerza tras advertir que caminar hasta el borde del pozo podía poner en peligro sus vidas porque el suelo está reblandecido por la lluvia y hay riesgo de desprendimientos.


"Estoy absolutamente consternado de que participantes pacíficos se dejaran arrastrar para entrar aquí en la zona de peligro absoluto", declaró a dpa el jefe de la policía de Aquisgrán, Dirk Weinspach.


Según informes policiales, algunos activistas también atacaron coches patrulla y lanzaron artefactos pirotécnicos en dirección a los agentes. Aún no se sabe si hay detenidos o heridos.


Previamente, un orador había pedido de forma explícita desobedecer las órdenes de la policía. El hombre afirmó que era legítimo que los participantes intentaran entrar en la zona acordonada de Lützerath: "Estamos del lado de la justicia. No nos detendrá este sistema represivo. Detengamos esta minería a cielo abierto. Haz lo que creas correcto".


La oradora principal de la manifestación fue la activista sueca Greta Thunberg, fundadora del movimiento "Fridays For Future". "Lützerath sigue ahí, y mientras el carbón siga bajo tierra, esta lucha no ha terminado", dijo la joven de 20 años entre vítores del público.


También señaló que le resulta incomprensible que en 2023 se siga extrayendo y quemando carbón, a pesar de que es bien sabido que el cambio climático que provoca está costando vidas en muchas partes del mundo. "Alemania, como uno de los mayores contaminantes del mundo, tiene una enorme responsabilidad", advirtió Thunberg.


En una entrevista con dpa, la joven criticó al partido Los Verdes -que gobierna Alemania en coalición con socialdemócratas y liberales- por su apoyo a la demolición de Lützerath. Y añadió que empresas como RWE deberían rendir cuentas por la forma en que tratan a las personas.


"Que Los Verdes lleguen a un acuerdo con estas empresas demuestra cuáles son sus prioridades", afirmó Thunberg.


Mientras tanto, en el propio Lützerath continuaba el desalojo. Los equipos de emergencia treparon a los árboles en los que aguantaban algunos activistas.


Según la energética RWE, también se están realizando preparativos para sacar a dos manifestantes que se atrincheraron en un túnel.


"Las fuerzas están procediendo con mucha cautela, aquí no se puede utilizar maquinaria pesada porque eso pondría en peligro a las personas que se encuentran en las estructuras subterráneas del suelo", declaró el jefe policial Weinspach.


La demolición de los edificios que ya habían sido desalojados también continuó este sábado. Entre ellos estaba la antigua casa del granjero Eckardt Heukamp, que fue el último residente en abandonar el pueblo.


Thunberg ya había visitado Lützerath el viernes y denunciado la "violencia policial", acusación que rechazó vehementemente Weinspach, que está afiliado a Los Verdes.


Las Juventudes del partido también criticaron la actuación policial. "Los informes que nos llegan del pueblo no son justificables", anunció la portavoz estatal, Nicola Dichant.


"Imágenes de operaciones policiales que ponen en grave peligro a activistas, paramédicos a los que la policía echa del pueblo y prensa a la que no se permite observar. Esto es lo contrario de una operación de desescalada", dijo.