Científicos checos limpian aguas residuales con colillas

 RADIO PRAGA - Roman Verner / Martina Kutková

Científicos de Zlín empezaron a fabricar nanofibras a partir de colillas tiradas. En el futuro, estas podrían volver a servir de filtros, pero con una finalidad completamente distinta: limpiar los anticonceptivos hormonales de las aguas residuales.

Las colillas son unos de los residuos más presentes en los mares y océanos mundiales. Según el experto de la Universidad de San Diego Thomas Novotny, las colillas representan una contaminación aún mayor que la de las pajitas de plástico. Por eso, los científicos de la Universidad Tomáš Baťa de Zlín se plantearon cómo se podría aprovechar esta basura y descubrieron que el acetato de celulosa podía servir de filtro no solamente en los cigarrillos, sino también en el agua, según explicó a la Radio Checa Dušan Kimmer.

“Hemos descubierto que las colillas son el tercer residuo más abundante en los mares. Y también es un problema en tierra firme. ¿Dónde las ponemos? ¿Qué hacemos con ellas? Nosotros hemos intentado reciclarlas y fabricar algo útil”.


El reciclaje de colillas, sin embargo, no es un procedimiento fácil, prosigue Kimmer.


“Primero limpiamos las colillas con agua y etanol. Después las disolvemos y esa solución la volvemos a limpiar hasta conseguir la solución limpia de acetato de celulosa que, posteriormente, convertimos en fibra en el campo electrostático. Así preparamos las nanofibras”.

Las nanofibras se extraen del campo electrostático durante la evaporación de un disolvente y se quedan sujetas en una tela de retención. A su vez, esta tela de retención con nanofibras fabricadas a partir de colillas podría servir en el futuro de recambio de los filtros especiales que limpian el agua. Según comprobaron los científicos de Zlín, aquellos filtros son capaces de retener, entre otras cosas, las hormonas presentes en las aguas residuales. Por lo tanto, al mismo tiempo que se aprovechan los residuos de los fumadores, se limpian también las hormonas de los anticonceptivos, que presentan una amenaza considerable para la naturaleza y, sobre todo, para los organismos acuáticos, según contó a la Radio Checa Vladimír Sedlařík, director del Centro de Sistemas de Polímeros de la Universidad Tomáš Baťa de Zlín.

“Las hormonas en el agua por lo general provienen de los anticonceptivos hormonales. Sus efectos negativos en los organismos de agua se conocen muy bien. Se producen cambios fisiológicos y tiene un efecto fundamental en todo el ecosistema”.


Toda la investigación empezó cuando Sedlařík caminaba por las calles de su ciudad. En un momento fijó la mirada en las colillas del suelo y pensó que el residuo podía utilizarse de alguna forma.

“Estaba de paseo por las calles de Zlín, vi las colillas y me di cuenta de que era un residuo de acetato de celulosa. Pensé que había que intentarlo. Entonces comprobamos que existía una tecnología que se podía aplicar al reciclaje de las colillas. Lo importante es que exista el conocimiento, la tecnología y que funcione”.


Añade Sedlařík que la recogida de las colillas puede ser un trabajo largo y minucioso. Los resultados de la investigación, sin embargo, apuntan a un uso que merece la pena.