Cambio climático pone en riesgo los centros de esquí en Alemania

Por Jordan Raza (dpa)

Múnich, 17 ene (dpa) - La falta de nieve y sus consecuencias plantean actualmente enormes desafíos económicos no solo a los organizadores del Campeonato Mundial de Esquí Alpino, el mes que viene en Francia, sino también a las estaciones de deportes de invierno en Alemania.


"Aunque se dispusiera de fondos suficientes, no se puede influir en el clima", declaró a dpa Anna Kornhaas, portavoz del Mundial de saltos de esquí femenino en la localidad de Hinterzarten, en el sur de Alemania. La celebración de la prueba de saltos, prevista para finales de enero, aún es incierta.


En otros lugares, la batalla contra el cambio climático está perdida desde hace tiempo. Entretanto, ya se cancelaron las pruebas de esquí alpino en la estación de Garmisch-Partenkirchen, en el sur de Alemania, donde dominan los paisajes montañosos de color gris verdoso.


La jefa del equipo organizador, Martina Betz, admitió que la cancelación representa un desastre económico. "Tenemos muchas pérdidas. Sin embargo, aún no se pueden cuantificar", agregó.


En un fin de semana mundialista fluye dinero a las arcas más diversas. Los miles de aficionados al esquí que peregrinan a las pequeñas estaciones de deportes de invierno como Garmisch, Hinterzarten o Klingenthal benefician a restauradores, proveedores de alojamiento y minoristas. Por su parte, las asociaciones sacan provecho de los ingresos televisivos.


El perjuicio económico que amenaza en caso de cancelación es casi imposible de cuantificar. El sistema es demasiado complejo y hay muchas partes implicadas en un campeonato mundial. Pero está claro que el daño será enorme.


El invierno templado afecta especialmente a los esquiadores alpinos. Se necesita una enorme cantidad de nieve para las pistas, a menudo kilométricas y, por lo tanto, ya se cancelaron las carreras de Sölden, Zermatt, Lech, Beaver Creek, Val Gardena, Zagreb y Garmisch. Además, en el combinado nórdico, dos de las seis sedes, Klingenthal y Chaux-Neuve, se han visto afectadas.


Según un estudio publicado en 2022, si no se reducen masivamente las emisiones de gases de efecto invernadero, la mayoría de las sedes olímpicas del pasado no podrían volver a albergar los Juegos Olímpicos en 2050.


Sin embargo, los propios deportes de invierno contribuyen negativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. El calendario de las competencias de invierno, que exigen muchos viajes de un continente a otro, es muy criticado, especialmente entre los atletas alpinos.


Algunas disciplinas se están replanteando cómo armonizar los eventos deportivos de invierno con la naturaleza. En ese sentido, los saltadores de esquí ya probaron un nuevo concepto: aterrizar sobre colchonetas.


También los biatletas podrían pasarse a los patines, como hacían en verano, aunque habría que retrasar todo el calendario alpino.


"Creo que es bueno que intentemos pensar durante todo el año", declaró Alexander Stöckl, seleccionador nacional de esquí de Noruega con vistas al cambio climático. Al igual que Stöckl, muchos opinan que solo si los deportes de invierno se reinventan, su futuro estará asegurado.