Alemania detiene a un segundo implicado en trama de espionaje ruso

Karlsruhe/Berlín, 26 ene (dpa) - Una segunda persona implicada en la trama de espionaje ruso en el Servicio Federal de Inteligencia (BND) alemán se encuentra bajo custodia policial, informó hoy la Fiscalía Federal en Karlsruhe.


Tras la detención de un empleado del BND por espiar para Rusia, ahora también se encuentra detenido un presunto cómplice por supuestamente haber actuado como correo. La Fiscalía Federal detalló que el hombre es sospechoso de haber llevado a Rusia la información obtenida por el empleado del BND y haberla entregado a un servicio de inteligencia de ese país.


Según el informe, el hombre, que fue detenido el domingo en el aeropuerto de Múnich a su llegada de Estados Unidos, es un ciudadano alemán y no un empleado del BND.


El empleado del BND Carsten L. había sido detenido en Berlín el 21 de diciembre como sospechoso de traición. Según el Fiscal General, Arthur E., que ahora también está acusado, es firmemente sospechoso de complicidad en un delito de traición.


La investigación se llevó a cabo en estrecha colaboración con el BND y con el apoyo de la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI). El acusado compareció el lunes ante el juez instructor del Tribunal Supremo Federal, que ordenó la prisión preventiva.


El empleado del BND, detenido en diciembre, habría transmitido a Rusia información que obtuvo en el curso de su trabajo tras el ataque ruso a Ucrania iniciado el año pasado. La información obtenida era un secreto de Estado según el código penal, tal como anunció entonces la autoridad de Karlsruhe.


En ese momento se registraron el piso del sospechoso y dos inmuebles del BND. El ministro de Justicia, Marco Buschmann, había hablado de un importante golpe contra el espionaje ruso si se confirmaban las sospechas.


El presidente del BND, Bruno Kahl, había anunciado en diciembre que, tras tener conocimiento de un posible caso de sospecha en sus propias filas en el curso de labores de inteligencia, se habían iniciado inmediatamente amplias investigaciones internas. Cuando se confirmaron las sospechas, indicó que se informó inmediatamente al Fiscal Federal.


El BND colabora estrechamente y con confianza con las autoridades investigadoras para esclarecer a fondo el caso, había explicado Kahl.


Según el Código Penal, la traición puede castigarse en casos especialmente graves con una pena de prisión de al menos cinco años o incluso cadena perpetua. Esto se da, por ejemplo, si el autor abusó de un cargo de responsabilidad que le impone la obligación especial de proteger secretos de Estado.


En aquel momento, Kahl había subrayado que la moderación y la discreción eran muy importantes en el caso. Con Rusia, nos enfrentamos a un oponente "con cuya falta de escrúpulos y voluntad de utilizar la violencia tenemos que contar", añadió.


Y subrayó que cada detalle de la operación que se hizo público significó una ventaja para este adversario con la intención de perjudicar a Alemania.


La última vez que fue descubierto un topo -un agente doble- en el propio BND fue en 2014. Dos años más tarde, el Tribunal Regional Superior de Múnich condenó al hombre a ocho años de prisión por espionaje, principalmente para la CIA, el servicio secreto estadounidense.


El entonces hombre de 32 años fue declarado culpable de traición y violación de secretos oficiales. Entre 2008 y 2014, como empleado en las oficinas del servicio de inteligancia alemán, había facilitado más de 200 documentos, algunos de ellos de alto secreto o delicados, a la CIA y cobrado al menos 80.000 euros (87.155 dólares) por ellos.