Una Alemania más diversa busca reflejar este cambio en los juguetes

Por Irena Güttel (dpa)

Núremberg/Berlín, 11 dic (dpa) - Si bien muchos fabricantes de juguetes se están adaptando al cambio y hoy en día es posible encontrar muñecas con síndrome de Down o de mujeres bombero negras en las tiendas de Alemania, aún hay que buscar mucho.


En la mayoría de ellas es posible ver desplegadas en un estante numerosas muñecas de bebés de piel clara. Las de tez oscura están en absoluta minoría. 


En el caso de las Barbies, predominan los modelos delgados, con senos importantes y melena rubia. A su lado hay apenas una Barbie un poco más rellenita y un Ken en silla de ruedas. Las familias de juguete también suelen estar representadas casi exclusivamebte por un padre, una madre y dos hijos. En los libros es más o menos igual. 


Es probable que alguna vez la mayoría de los niños se hayan sentido reflejados en estos escenarios lúdicos. Pero desde hace tiempo que la sociedad alemana contiene una variedad mucho mayor y estos productos ya no representan su diversidad.


Un vistazo al negocio de los juguetes muestra que aún falta mucho para cerrar esta brecha. Incluso cuando se compra online, hay que ir hasta muy abajo en las grandes plataformas comerciales para dar con productos de este tipo.


La alemana Mirjam Schröter pasó mucho tiempo en Internet buscando juguetes con los que pudieran identificarse sus dos hijos negros. "Ver (este tipo de juguetes) por todos lados fortalece su personalidad y les da un sentido de pertenencia", afirma esta mujer de 36 años.


Fue así como en 2016 tuvo la idea de crear una tienda online en la que fuera posible encontrar juguetes más diversos. Hace dos años abrió también una pequeña tienda en el barrio de Neukölln, en la ciudad de Berlín.


"Al principio compraba mucho en el extranjero. Tenía que buscar mucho en distintos lugares", cuenta Schröter. Recuerda que de los catálogos de los mayoristas le servían quizá 20 de 600 productos. Sin embargo, añade que esto cambió en el transcurso de los años. Hoy en día hay muchas pequeñas empresas y editoriales que se especializaron en juguetes y libros diversos, señala.


Y afirma que los grandes fabricantes también se están sumando lentamente a esta tendencia.


"Todos lo tienen en el radar", dice Ulrich Brobeil, de la Asociación Alemana de la Industria del Juguete. "Parto de la base de que este es un proceso que abarca a todo el sector", afirma.


El investigador de mercado alemán Axel Dammler cree, sin embargo, que un producto como una muñeca en silla de ruedas sigue siendo algo muy de nicho.


"Si un chico conoce a otro en silla de ruedas, un producto así es importante para su juego", añade. Sin embargo, cree que es irrelevante para otros niños. "Son productos que funcionan bien en una feria o como publicidad. Pero no desempeñan un papel en el mercado", opina.


También Mascha Eckert, del Museo del Juguete en Núremberg, comprobó que hay reparos en el mercado. El año pasado realizó la curaduría de una exposición sobre el racismo en los juguetes y buscó ejemplos positivos. Durante el proceso le llamó la atención los pocos juguetes que representaran la diversidad que había en las tiendas, según cuenta.


De acuerdo con la experta, para los niños es importante que los héroes de su mundo lúdico tengan distintos colores de piel, una prótesis, audífonos o hiyab y que representen a familias "patchwork" o arco iris. En su opinión, esto les da a los niños que forman parte de una minoría la sensación de que son tenidos en cuenta por la sociedad.


Para el pegagogo Volker Mehringer, de la Universidad de Augsburgo, en Alemania, aún no está estudiado sistemáticamente qué significa para los niños verse reflejados en los juguetes. Según dice, estos son para ellos una herramienta de proyección. "Los chicos imitan mucho de lo que viven en su día a día", afirma.


Sin embargo, en su opinión, los niños deben decidir por sí mismos hasta qué punto quieren usar juguetes diversos. "Estos no deberían sufrir una sobrecarga pedagógica, es decir, dándoles antes un sermón a los chicos. Los juegos diversos pueden ser también una buena excusa para iniciar una conversación", concluye.