Instituto alemán: cambio climático sube acidez del Ártico en verano

Bremerhaven (Alemania), 6 oct (dpa) - Debido al cambio climático, el océano Ártico podría ser más ácido en verano que en invierno y amenazar así la existencia de algunas especies, según un estudio co-realizado por el Instituto alemán Alfred Wegener (AWI).


Según el estudio publicado en la revista científica "Nature", normalmente se produce una mayor acidificación del océano Ártico en el invierno. Sin embargo, con el aumento del calentamiento global, en el futuro podría intensificarse en los meses de verano.


"Estos resultados empeoran las perspectivas de algunos tipos de peces del Ártico, como el bacalao polar, que ya están amenazados por el cambio climático",  dijo el coautor del estudio Hans-Otto Pörtner, del Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina, en Bremerhaven, en el noroeste de Alemania.


Según el comunicado del AWI, los océanos absorbieron de la atmósfera más de una cuarta parte del dióxido de carbono (CO2) provocado por el ser humano en los últimos 200 años. Como resultado, se tornaron casi un 30 por ciento más ácidos desde el comienzo de la revolución industrial. Sin embargo, la acidez del agua varía según la estación y la región.


Los científicos concluyeron que, debido a un aumento de la radiación solar, la temperatura del aire en el Ártico aumentará más fuertemente en verano que en el pasado, se derretirá más hielo marino y también el agua se calentará más rápidamente.


De acuerdo con los investigadores, hay razones complejas para que el océano Ártico aumente su acidez en verano. La acidificación no está influenciada solo por un factor, sino por una sensible interacción de procesos fisicoquímicos y biológicos. Y de este modo sucede que ya no se puede compensar, por ejemplo, con las algas que realizan la fotosíntesis y absorben el CO2.


Durante el estudio, los científicos analizaron simulaciones de varios modelos y elaboraron futuros escenarios climáticos. Los cambios en la acidificación fueron mayores para las emisiones de gases de efecto invernadero medias y altas, y significativamente menores para las emisiones bajas.


"Para los investigadores, esto es un rayo de esperanza de que los elementos clave del ecosistema del océano Ártico pueden ser preservados si el calentamiento global promedio se puede mantener por debajo de dos grados centígrados", agrega el comunicado.