Alemania e Israel acuerdan mayores ayudas para víctimas del Holocausto

Tel Aviv/Berlín, 15 sep (dpa) - Israel y Alemania acordaron hoy una ayuda financiera adicional para los supervivientes del Holocausto, que fue calificada de "histórica" por el ministro israelí de Asuntos Sociales, Meirav Cohen.


Según el Ministerio dirigido por Cohen, Alemania pagará 200 millones de séqueles (58 millones de euros) adicionales al año.


"Se trata de un acuerdo muy significativo, por el cual miles de supervivientes del Holocausto que necesitan atención recibirán 1.200 séqueles (350 euros) adicionales cada mes", anunció Cohen.


Según los medios de comunicación, la cifra de supervivientes afectada ronda las 14.000 personas. De acuerdo con las cifras oficiales, unos 160.000 de supervivientes del Holocausto seguían viviendo en Israel a principios de año.


La firma del acuerdo se produjo antes de la conmemoración del 70 aniversario del Acuerdo de Luxemburgo. En el acuerdo celebrado en 1952 por Alemania, Israel y la Conferencia de Reclamaciones Materiales Judías contra Alemania, creada después de la guerra para ayudar a las víctimas del Holocausto en la pobreza, Alemania se comprometió a reparar a las víctimas judías de los nazis.


Fue firmado en Luxemburgo por el entonces canciller alemán, Konrad Adenauer, y el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Moshe Sharett.


"El acto formal duró solo 13 minutos. 13 minutos que, en cierto sentido, se convirtieron en el segundo acto fundacional de la República Federal, el fundamento moral de nuestra democracia libre", dijo el canciller Olaf Scholz (SPD) en la ceremonia de conmemoración en Berlín.


"Al mismo tiempo, todos los implicados tenían claro que este acuerdo no podía saldar la pesada deuda con la que se habían cargado los alemanes. El Acuerdo de Luxemburgo fue más bien un intento de asumir la responsabilidad moral por el (previo) fracaso de la moral. El intento de que no sea la inhumanidad la que tenga la última palabra, sino la humanidad", añadió.


Scholz describió el Holocausto como el capítulo más negro de la historia alemana. "Su singularidad prohíbe cualquier relativización o comparación", opinó.