Somalia: “No podemos esperar a que se declare una hambruna para actuar; debemos actuar ahora”

Entrevista con el Sr. Rein Paulsen, Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO


08/08/2022



Roma — Desde enero de 2021, más de 900 000 personas de Somalia, la mayoría de las cuales vive en zonas rurales, se han trasladado a campamentos de desplazados internos debido a la sequía y la falta de apoyo a los medios de subsistencia.


Existe una posibilidad razonable de que ocho zonas se enfrenten a la hambruna para septiembre de 2022 si la ineficiencia de la producción agrícola y ganadera es generalizada, los precios de los productos básicos clave siguen aumentando y la asistencia humanitaria no llega a los más vulnerables.


La FAO en Somalia necesita urgentemente 131,4 millones de USD para prestar asistencia a 882 000 personas en 55 distritos con apoyo inmediato a los medios de subsistencia y destinado a salvar vidas. Estos esfuerzos de prevención realizados en Somalia han sido financiados solo en un 46 % y forman parte del Plan de la FAO de respuesta a la sequía en el Cuerno de África, que abarca también Kenya, Etiopía y Djibouti. Los niveles de financiación se mantienen bajos en los distintos sectores, y el Plan de respuesta humanitaria para 2022 cuenta con una financiación de solo el 43 % al 4 de agosto de 2022.


El Sr. Rein Paulsen es el Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO. Como miembro del Grupo de directores para situaciones de emergencia, un equipo interinstitucional de directores superiores de emergencias de varios organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, visitó recientemente Somalia, donde la población podría padecer hambruna el próximo mes.


¿Cómo afecta la sequía a la población?


Estamos profundamente preocupados por la situación de la sequía y los efectos que tiene en los hogares vulnerables. Acabo de hablar con una familia de siete miembros. Vinieron [a un campamento de desplazados] hace siete meses. Vinieron aquí porque había muerto su ganado. Vinieron porque no tenían forma de sobrevivir en las zonas rurales. El lugar donde vivían se encontraba a más de 100 kilómetros.


¿Cuán urgente es la necesidad de actuar?


La respuesta al hambre comienza en las zonas rurales, en el centro de la crisis, donde las comunidades productoras de alimentos se ven más duramente afectadas por la sequía. No podemos esperar a que se declare una hambruna para actuar; debemos actuar ahora para salvaguardar los medios de subsistencia y las vidas.


¿Por qué es importante la intervención agrícola?


Dado que la agricultura representa hasta el 60 % del producto interno bruto de Somalia, el 80 % de su empleo y el 90 % de sus exportaciones, es de vital importancia que la agricultura se entienda correctamente como respuesta humanitaria de primera línea. No solo satisface necesidades, sino que reduce eficazmente los factores que inciden en esas necesidades. La agricultura necesita una mayor atención y más financiación para permitir la adopción de medidas oportunas en respuesta a las temporadas agrícolas.


¿Están obteniendo ayuda las personas necesitadas?


Es indispensable que ampliemos nuestra respuesta en las zonas rurales a fin de ayudar a la población vulnerable allí donde se encuentra. Es más eficaz. Es más humano. Resulta imprescindible ampliar de forma colectiva nuestros esfuerzos. Pero debo decir que el nivel de asistencia que se brinda no es suficiente. Por lo tanto, necesitamos respuestas multisectoriales, que apoyen los medios de subsistencia. Pero para ello necesitamos que aumente la financiación de los donantes.


¿Cómo está previsto ayudar a la población afectada?


Nuestra atención se centra principalmente en los medios de subsistencia. Se trata de proporcionar dinero en efectivo a fin de permitir a las personas comprar alimentos para sobrevivir. Se trata de mantener vivos sus animales con alimentación de urgencia, tratamientos veterinarios y suministros de agua para los animales en un contexto de sequía, lo cual es de suma importancia. A pesar de los desafíos derivados de las precipitaciones insuficientes y mal distribuidas, también debemos garantizar la ayuda a los agricultores para que puedan plantar siempre que sea posible. Esto es especialmente cierto en las zonas ribereñas donde, pese a las dificultades relacionadas con las lluvias, el cultivo de regadío es viable. Estos son ejemplos prácticos de las actividades necesarias.


¿Se está brindando la financiación necesaria?


Tenemos problemas urgentes relacionados con la financiación y la atención adecuada, dada la magnitud de la crisis. Desde abril del año pasado y a causa de las insuficientes precipitaciones sucesivas, hemos activado las señales de alarma para adoptar medidas preventivas y una respuesta rápida, pero esto no ha sucedido en los niveles necesarios. Los agricultores vulnerables se ven obligados a desplazarse, ya que se está muriendo su ganado y se están perdiendo las cosechas. Ahora todos tienen que movilizarse con rapidez y en escala.