La “docena silvestre”: apreciadas como ingredientes, las plantas silvestres vulnerables se enfrentan a una demanda creciente

 FAO

Un nuevo informe de la FAO conciencia sobre la necesidad de un uso sostenible


22/04/2022



Roma - Puede que no sea consciente de ello, pero es probable que en su casa haya numerosos productos elaborados con plantas silvestres vulnerables.


Un paseo por la cocina puede revelar que tiene nueces de Brasil en su armario, goma arábiga en su refresco y regaliz en su té de hierbas. En el cuarto de baño puede hallar lociones que contengan manteca de karité o productos para el cuidado de la piel elaborados con aceite de baobab o de argán. El incienso o el jatamansi pueden encontrarse en la mesa del dormitorio, como ingrediente de su perfume.


Un nuevo informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Examen de la flora silvestre: evaluación de los riesgos y las oportunidades respecto del comercio de ingredientes derivados de plantas silvestres, arroja luz sobre 12 especies emblemáticas —conocida como “docena silvestre”— que se esconden en nuestros productos de uso cotidiano.


Desarrollado en colaboración con TRAFFIC, una organización no gubernamental que trabaja a nivel mundial en el comercio de animales y plantas silvestres, y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, tiene como objetivo concienciar sobre el uso sostenible de las plantas recolectadas en estado silvestre.


Presentado para coincidir con la celebración del Día de la Tierra de este año, llega en medio de un aumento de la demanda mundial de ingredientes derivados de plantas silvestres (un incremento de más del 75 % en valor en las últimas dos décadas).


Miles de especies están en peligro debido sobre todo a la pérdida de hábitat, así como a otros factores como el cambio climático y la sobreexplotación. Del 21 % de las especies de plantas medicinales y aromáticas cuyo estado de vulnerabilidad se ha evaluado, el 9 % se considera en peligro de extinción. Se estima que los medios de subsistencia de unos 1 000 millones de personas de las más vulnerables del mundo dependen de ellas.


“El uso sostenible de las plantas silvestres tiene implicaciones cruciales para la seguridad alimentaria y para los medios de vida de millones de personas en todo el mundo. Es hora de que las plantas silvestres sean tomadas en serio en nuestros esfuerzos para proteger y restaurar los hábitats, promover sistemas agroalimentarios sostenibles y construir economías inclusivas, resilientes y sostenibles, en particular mientras los países trabajan en la recuperación tras la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”, aseguró el Sr. Sven Walter, que dirige el Equipo de Productos y Estadísticas Forestales de la FAO.


Oferta y demanda


Las plantas constituyen alrededor del 80 % de toda la biomasa de la Tierra y desempeñan un papel fundamental en el sustento de los seres humanos y otros animales al proporcionarles alimentos, medicinas, oxígeno y refugio. En diversas partes del mundo, las plantas silvestres son recolectadas por algunas de las poblaciones más vulnerables, a menudo utilizando métodos tradicionales que han ido pasando de una generación a otra.


Mientras tanto, la demanda de ingredientes derivados de las plantas silvestres sigue creciendo, en especial en los países más ricos. Se estima que solo en los Estados Unidos de América los consumidores gastaron 11 300 millones de USD en suplementos dietéticos a base de hierbas en 2020, mientras que datos preliminares sugieren que la pandemia de la COVID-19 ha provocado un renovado interés por el uso de especies silvestres como ingredientes en la medicina tradicional y moderna.


En general, se calcula que hasta 5 800 millones de personas pueden estar utilizando plantas silvestres o semisilvestres en todo el mundo, según un estudio de la Universidad de Rhodes (Sudáfrica).


A pesar de su omnipresencia, su importancia y las amenazas a las que se enfrentan, los ingredientes derivados de las plantas silvestres suelen pasar desapercibidos para los consumidores y escapan a la diligencia debida de las empresas en razón de la falta de concienciación y rastreabilidad.


El informe pretende abordar estos retos proporcionando información detallada sobre una selección de ingredientes derivados de plantas silvestres “emblemáticas”, denominadas la “docena silvestre”.


La docena silvestre


Las 12 plantas silvestres examinadas en el informe son las siguientes:


• Incienso: Se encuentra en el noreste de África, así como en Omán, Somalia y el Yemen, y su resina se utiliza para el incienso, la aromaterapia, cosméticos, perfumes y medicinas tradicionales. Estado de conservación: casi amenazado.


• Pygeum (ciruelo africano): Este árbol, que también figura en la lista de ingredientes para medicinas y productos derivados de las hierbas como ciruelo africano, ocotea africana o almendra africana, crece en los bosques de toda África tropical. Estado de conservación: vulnerable.


• Karité: Crece en toda África, desde el Senegal hasta Uganda. Se utiliza ampliamente en la industria alimentaria como equivalente de la manteca de cacao y también es popular en cosmética. A nivel local, se utiliza como aceite de cocina saludable. Estado de conservación: vulnerable.


• Jatamansi (nardo del Himalaya): Planta perenne y aromática que crece en el Himalaya. Sus raíces se recolectan por sus propiedades medicinales. Estado de conservación: en peligro crítico.


• Goma arábiga: Esta especie crece en África y se utiliza principalmente en las industrias alimentaria y farmacéutica como aditivo, emulsionante o estabilizador. Estado de conservación: no evaluado.


• Sello de oro (hidrastis): También conocida como hidrastis de Canadá o cúrcuma canadiense, esta especie es originaria del este de América del Norte y se utiliza principalmente para productos medicinales. Estado de conservación: vulnerable.


• Candelilla: Se encuentra en México y en partes limítrofes de los Estados Unidos de América. La cera de candelilla era un ingrediente común en la goma de mascar. Se utiliza como aditivo alimentario (E902) y en cosméticos y productos farmacéuticos, así como en ceras y pulimentos industriales. Estado de conservación: no evaluado.


• Argán: También conocido como aceite de Marruecos, sus propiedades antienvejecimiento lo convierten en una opción popular entre los consumidores europeos y norteamericanos de cosméticos, mientras que su aceite también se utiliza para tratar diversas dolencias, desde el acné hasta la artritis. Crece en Argelia, Mauritania, Marruecos y el territorio del Sáhara Occidental. Estado de conservación: vulnerable.


• Baobab: La variedad A. digitata de esta especie es originaria del África continental. El polvo de baobab se utiliza como ingrediente alimentario y de bebidas, mientras que el aceite de sus semillas se utiliza como ingrediente cosmético. Estado de conservación: no evaluado.


• Nuez de Brasil: Este árbol, que se recolecta íntegramente en la naturaleza, se explota principalmente por sus nutritivas nueces comestibles repletas de nutrientes y antioxidantes, como magnesio, zinc, proteínas y selenio. Su recolección ha contribuido a preservar millones de hectáreas de bosques amazónicos, por lo que a menudo se le considera la piedra angular de la conservación de la selva amazónica. Estado de conservación: vulnerable.


• Regaliz: Esta hierba perenne es originaria de Eurasia, el norte de África y Asia occidental y se utiliza principalmente con fines medicinales, como edulcorante y en la industria tabacalera. Estado de conservación: preocupación menor.


• Enebro: Juniperus communis es una especie del hemisferio norte templado y subártico. Sus bayas son un ingrediente clave en la fabricación de ginebra. También se utilizan como saborizante alimentario, aceite esencial, ingrediente de cosméticos y desde hace siglos en la medicina tradicional y con fines religiosos. Estado de conservación: preocupación menor.


El informe está a disposición de la industria, consumidores, profesionales e inversores y detalla por qué debemos preocuparnos por estos preciosos —aunque a menudo ignorados— ingredientes presentes en nuestra vida cotidiana. Con un abastecimiento responsable, estos productos pueden contribuir a una mayor conservación de la flora y fauna silvestres y mejorar los medios de vida de algunas de las comunidades más marginadas del mundo.