Greenpeace: Alemania pagará suma récord por energía rusa en 2022

Berlín, 19 abr (dpa) - La organización ecologista Greenpeace estima que Alemania pagará una suma récord a Rusia por el suministro de gas y petróleo en este año, según anunció hoy su sección germana.


Un análisis de la entidad señala que Alemania puede registrar un gasto en petróleo ruso de 14.300 millones de euros (15.450 millones de dólares), un claro incremento respecto a los 11.400 millones de euros de 2021.


La factura de las importaciones de gas podría duplicarse debido al aumento de los precios, pasando de 8.800 millones de euros el año pasado a 17.600 millones de euros en 2022, según las estimaciones. El análisis sitúa la factura del carbón ruso para Alemania en unos 2.000 millones de euros.


La Unión Europea (UE) acordó prohibir la importación de carbón ruso, con un periodo de transición de cuatro meses. El Gobierno alemán se opone a que Occidente detenga los suministros de gas y petróleo rusos y advirtió de los graves daños a la economía germana si se pusiera en marcha tal embargo.


El Gobierno alemán subraya que está haciendo todo lo posible para reducir la dependencia de los suministros rusos lo antes posible. Pero esto puede llevar tiempo, especialmente en el caso del gas.


Un cese inmediato de las importaciones energéticas reduciría significativamente los ingresos rusos y afectaría gravemente al margen de maniobra financiera del presidente Vladimir Putin, observó en un comunicado Mauricio Vargas, economista de Greenpeace y autor del análisis.


Añadió que más de un tercio del presupuesto estatal ruso se financia con los ingresos del negocio energético.


Si el Gobierno alemán se abstiene de imponer un embargo de gas, debe introducir inmediatamente instrumentos de sanción alternativos, como una "tasa de paz", para frenar el flujo de dinero hacia Rusia, propuso Vargas.


El análisis cita dos alternativas para este gravamen sobre el gas ruso: un descuento porcentual sobre el precio de referencia acordado en los contratos, por ejemplo del 50 por ciento, o imponer un límite de precios para el gas importado de Rusia, sujeto a los niveles anteriores a la guerra en Ucrania.