Clima empresarial alemán mejora de forma inesperada en abril

Múnich, 25 abr (dpa) - El clima empresarial en Alemania mejoró de forma inesperada en abril en un punto hasta los 91,8 puntos en comparación con marzo, pero continúa de capa caída, indican datos del Instituto de Investigación Ifo dados a conocer hoy.


Los analistas esperaban una baja hasta los 89,0 puntos del indicador económico más importante de Alemania debido a la guerra en Ucrania.


"Tras el impacto inicial del ataque ruso, la economía alemana está mostrando su capacidad de recuperación", comentó el presidente del Ifo, Clemens Fuest.


Sin embargo, el clima empresarial es pesimista desde el punto de vista histórico. Si se dejan de lado los índices registrados durante la crisis causada por el coronavirus y el observado en marzo pasado, el valor está en su nivel más bajo desde febrero de 2010.


La mejora actual fue impulsada por las expectativas de negocios, que subieron 1,8 puntos, hasta los 86,7 puntos, tras su caída en marzo. La situación empresarial actual, por el contrario, fue evaluada casi sin cambios, subiendo 0,1 puntos hasta el 97,2.


Esta tendencia en el modo de evaluar la situación fue una sorpresa positiva, apuntó por su parte Klaus Wohlrabe, jefe de encuestas del Ifo.


El sector de los servicios y la industria manufacturera, en particular, apuntalaron el clima empresarial en abril.


Wohlrabe explicó que la industria se beneficia de unas carteras de pedidos todavía bien llenas, mientras que el sector de los servicios, la hostelería y los viajes de placer sienten los efectos positivos del repunte del turismo y la gastronomía, tras los largos meses de restricciones.


Por el contrario, el comercio sufre con las tasas de inflación y el aumento de los precios. Esto contrarresta por completo las esperanzas que el sector había depositado en la relajación de las limitaciones impuestas para frenar los contagios de coronavirus.


Asimismo, los ánimos de quienes se dedican a la construcción están bastante decaídos. El sector ahora va en franca decadencia, después de haber demostrado ser bastante resistente a las crisis en los últimos años.


"Las malas noticias para la construcción son cada vez mayores", observó Wohlrabe, añadiendo que las expectativas son las más desfavorables desde que se comenzó a registrar estos datos en 1991.


La escasez de materiales, los altos precios, la energía cara y la preocupación por una subida de los tipos de interés son aspectos que pesan sobre el sector, enumeró el experto.


El barómetro del Ifo se confecciona en base a consultas a unas 9.000 empresas que operan en los segmentos de la industria, la construcción, el comercio mayorista y el comercio minorista.


El índice es considerado un estimador fiable del futuro crecimiento económico de la mayor economía de Europa. Las empresas son consultadas sobre su situación actual y sus expectativas para los próximos seis meses.