Colonia (Alemania), 25 feb (dpa) - Un sacerdote católico fue condenado hoy por el Tribunal regional de la ciudad alemana de Colonia a doce años de prisión por el abuso sexual de menores.
El cura, de 70 años, deberá asimismo pagar indemnizaciones por 5.000, 10.000 y 35.000 euros (5.586, 11.170 y 39.100 dólares) a tres querellantes.
La Fiscalía había solicitado una condena de 13 años de prisión para el sacerdote, mientras que la defensa había planteado un máximo de ocho años.
La acusación contra el sacerdote incluía 118 cargos. Según la acusación, el sacerdote abusó de niños y adolescentes durante muchos años, obligando a los niños a mantener relaciones sexuales, sexo oral y muchos otros actos sexuales. Su víctima más joven fue una niña de nueve años.
Otras víctimas del cura católico se presentaron durante el juicio, por lo que se ampliaron los cargos y el sacerdote fue encarcelado, ya que el tribunal observó un riesgo de repetición.
En el proceso que comenzó en noviembre quedó en claro que el sacerdote supo explotar una relación especial de dependencia con sus víctimas.
Por ejemplo, abusó de una niña que extrañaba su familia durante un campamento de vacaciones. En otro caso, dio la impresión de querer hacerse cargo de la hija de una madre alcohólica.
Como capellán de hospital, estableció una relación especial de confianza con una familia. En un caso, concluyó un "acuerdo de terapia" con los padres para su hija supuestamente irascible. Y a continuación, según la acusación, siempre se aprovechaba de ello para abusar sexualmente de las niñas.
Pese a que los responsables del arzobispado de Colonia recibieron reiteradamente acusaciones y versiones contra el sacerdote, siempre se le dio la oportunidad de estar a solas con niños.
El arzobispado pagó incluso los honorarios de abogados luego de que fuera investigado temporalmente. Las investigaciones se interrumpieron inicialmente porque las sobrinas del sacerdote retiraron sus declaraciones incriminatorias.
Sin embargo, los funcionarios del arzobispado de Colonia negaron cualquier responsabilidad conjunta en el juicio. "Hemos actuado con coherencia", afirmó en su testimonio el arzobispo de Hamburgo, Stefan Hesse, antiguo jefe de personal de Colonia.
El juez Christoph Kaufmann expresó en ocasiones su irritación por la actitud de los responsables de la Iglesia católica.
Así, por ejemplo, preguntó al antiguo juez eclesiástico Günter Assenmacher, que también había sido llamado como testigo, por qué no había emprendido su propia investigación para llegar al fondo del caso.
El magistrado le reprochó que sería difícil descubrir un caso de abuso hojeando el expediente del personal, a lo que Assenmacher contestó que no le correspondía investigar más.
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