El arzobispo de Múnich celebra una misa con la comunidad LGTBI

Por Britta Schultejans (dpa)

Múnich, 13 mar (dpa) - El cardenal Reinhard Marx celebra hoy en Múnich una misa con la comunidad LGTBI, un paso impensable hasta hace muy poco en la Iglesia católica y que marca un antes y un después en Alemania.


El servicio religioso, con motivo del vigésimo aniversario de la comunidad LGTBI, tiene lugar en la iglesia de San Pablo de la capital bávara y asisten miembros de la comunidad y sus amigos y allegados.  


El cambio comenzó hace un año, cuando la Iglesia católica alemana se vio profundamente sacudida tras el "no" rotundo del Vaticano a la bendición religiosa de las parejas homosexuales. Muchos católicos protestaron e incluso hubo sacerdotes que se opusieron abierta y claramente al dictado de Roma en mayo de 2021.


En el marco de la campaña "Liebe gewinnt" ("Gana el amor") hubo ceremonias de bendición de parejas homosexuales en todo el país.


Desde entonces, han pasado muchas cosas: en enero de este año, 125 empleados LGTBI de la Iglesia salieron del armario y protestaron contra la discriminación en su lugar de trabajo bajo el lema #OutInChurch.


En la reunión plenaria de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) celebrada esta semana, el presidente de la DBK, el obispo de Limburgo Georg Bätzing, anunció un cambio en la legislación laboral de la Iglesia, donde hasta ahora era posible perder el trabajo si, por ejemplo, se tenía una pareja del mismo sexo.


Los representantes de la iniciativa #OutInChurch presentaron a los obispos una petición firmada por unas 118.000 personas que contiene siete reivindicaciones fundamentales, entre ellas la posibilidad de que las parejas homosexuales reciban una bendición religiosa.


También señalan que "las declaraciones difamatorias y anticuadas de la enseñanza de la Iglesia sobre género y sexualidad deben ser revisadas sobre la base de los hallazgos teológicos y de las ciencias humanas".


Según Thomas Pöschl, portavoz de la organización ecuménica Homosexuales e Iglesia (Huk), que persigue la plena inclusión de la comunidad LGTBI en las instituciones religiosas, en Alemania hay una decena de congregaciones eclesiásticas LGTBI que existen "con el conocimiento y la tolerancia" de sus respectivos obispos.


También ha habido visitas y servicios religiosos conjuntos, la mayoría a petición de los obispos, pero "en un círculo confidencial" y a puerta cerrada. "Es la primera vez que el cardenal Marx lo realiza de manera tan pública", consideró Pöschl.


Para Marx, la misa de este domingo por la noche probablemente encaja en la nueva imagen de reformista que se ha atribuido a sí mismo en los últimos meses, en especial después de que el papa Francisco rechazara su petición de dimitir.


El actual arzobispo de Múnich forma parte del grupo de dirigentes de la Iglesia alemana acusados en un reciente informe de no haber intervenido de manera adecuada para parar casos de abusos sexuales en la institución y ha pedido perdón públicamente varias veces por lo ocurrido en el seno de la institución.


Sin embargo, en opinión de Pöschl se está haciendo muy poco en general. Explica que en 2018 escribieron "individualmente a los 27 obispos diocesanos y a los 39 auxiliares" y les enviaron las firmas de apoyo a la bendición de las parejas homosexuales que habían recogido en el congreso de los católicos alemanes organizado ese año.


"Solo respondieron 11, dos de ellos solo formalmente para comunicar que nuestra carta les había llegado".


Por eso cree que únicamente una gran presión social podrá lograr algo. "Todavía al menos la mitad de los obispos permanece en silencio y no se compromete", afirma.


No obstant, Pöschl ve en la actualidad señales de que algo se está moviendo en la Iglesia católica.


Después de décadas de parálisis bajo los predecesores del papa Francisco, "desde hace unos años se ha incrementado el diálogo sobre las reformas", opina Pöschl, que subraya sin embargo que "las declaraciones no vinculantes o inasumibles de dignatarios individuales son demasiado poco".