Benedicto pide perdón pero niega responsabilidad en casos de abusos

Roma/Múnich, 8 feb (dpa) - El papa emérito Benedicto XVI pidió perdón a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica, pero rechazó con firmeza las acusaciones específicas de encubrimiento recogidas en un estudio sobre abusos en Múnich.


"He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica. Mi dolor es aún mayor por las ofensas y los errores que se produjeron durante mis mandatos y en los lugares correspondientes", escribió en una carta difundida hoy por el Vaticano.


En el escrito leído también en la plataforma Youtube por su secretario Georg Gänswein, Benedicto señaló que quería expresar su "profunda vergüenza", su "gran dolor" y su "sincera petición de disculpas a todas las víctimas de abusos sexuales".


El antiguo cardenal Joseph Ratzinger fue acusado en un informe sobre abusos sexuales en la archidiócesis de Múnich y Freising por no haber reaccionado en cuatro casos de sacerdotes abusadores.


Los expertos del bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW) indicaron que durante su etapa como arzobispo de Múnich Ratzinger reasignó a la labor pastoral a sacerdotes que habían abusado de niños.


Las reacciones en la patria alemana de Benedicto fueron desde la decepción hasta el elogio de que se trataba de un "golpe liberador".


A diferencia de la breve declaración sobre el informe de Múnich publicada anteriormente por Gänswein, esta lleva ahora la firma del papa emérito, explicó el padre Hans Zollner, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores. "Es él ahora".


Abogados y asesores de Ratzinger negaron las acusaciones en un escrito publicado también hoy. "El informe pericial no contiene ninguna prueba que respalde una acusación de conducta indebida o de ayuda al encubrimiento", reza. "Como arzobispo, el cardenal Ratzinger no participó en ningún encubrimiento de actos de abuso".


El jurista canónico Thomas Schüller consideró insuficiente la declaración. "Se disculpa, expresa vergüenza, eso es bueno e importante", dijo Schüller a dpa.


"¿Pero qué es lo que falta? Que diga: 'Pido disculpas y asumo la responsabilidad por los malos errores cometidos en el tratamiento de los abusos sexuales durante mi etapa como arzobispo de Munich-Freising'".


Benedicto, dijo, habla de errores y faltas, las asume como propias. "Como si poderes y autoridades anónimas del Arzobispado de Munich-Freising hubieran cometido estos errores, pero no él", criticó Schüller, que dirige el Instituto de Derecho Canónico de la Universidad de Münster.


"Así, una vez más, no asume la responsabilidad personal y, sobre todo, no saca ninguna consecuencia personal, salvo encomendarse al amor misericordioso de Dios. Esto volverá a traumatizar a los supervivientes de la violencia sexual, porque no se les hará justicia".


El teólogo, psiquiatra y autor Manfred Lütz calificó la declaración -en su opinión algo tardía- de "golpe liberador": "El papa Benedicto acepta, sin peros, la responsabilidad política, por así decirlo, de las cosas terribles que ocurrieron allí durante su tiempo como arzobispo de Múnich y Freising", declaró a dpa.


Benedicto también se defendió de las acusaciones de que había mentido sobre su presencia en una reunión relativa al traslado de un sacerdote a su archidiócesis, donde el religioso volvió a abusar de varios niños.


Argumentó que la falsa afirmación de que no había estado presente en la reunión en cuestión se había debido a un malentendido y que había recibido ayuda de "un pequeño grupo de amigos" para redactar su declaración sobre el hecho.


"Durante el ingente trabajo de aquellos días -la redacción de la declaración- se produjo un olvido sobre la cuestión de mi participación en la reunión del Ordinariato del 15 de enero de 1980", sostuvo Benedicto.


Dijo que el error "no fue intencionado" y que esperaba que también pudiera ser perdonado. "Que se haya aprovechado el descuido para poner en duda mi veracidad, incluso para presentarme como un mentiroso, me ha afectado profundamente", se lamentó.


La asistencia a la reunión no demuestra que conociera los anteriores actos de abuso del sacerdote de la ciudad de Essen, subrayaron los abogados de Ratzinger. Afirmaron que los archivos muestran "que en la reunión en cuestión no se habló de que el sacerdote hubiera cometido abusos sexuales".


Según el informe presentado el 20 de enero en Múnich, al menos 497 niños y jóvenes sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes, diáconos u otros empleados de la Iglesia en la diócesis católica entre 1945 y 2019. El estudio dio cuenta de unos 235 presuntos agresores, entre ellos 173 sacerdotes y nueve diáconos.