Berlín, 10 ene (dpa) - El retorno del llamado freno de la deuda para 2023 traerá consigo que no todas las inversiones solicitadas puedan ser atendidas y se deban priorizar los gastos del Estado, comunicó hoy el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner.
"Si se vuelve a aplicar el freno de la deuda en los presupuestos públicos, eso exige muchas decisiones políticas. No todo lo que entonces sea deseable puede financiarse de manera inmediata", dijo Lindner en un acto con funcionarios en Berlín.
El político liberal explicó que, en consecuencia, los proyectos deberán ser ordenados según prioridades y se deberá invertir con márgenes financieros más estrechos. Para ello, detalló, se deberán anteponer las tecnologías del futuro y el refuerzo del Estado.
"Si quieres invertir y hacer que el Estado sea capaz de actuar, otras cosas tienen que pasar a un segundo plano", declaró, al argumentar la necesidad de posponer gastos en políticas de consumo y "proyectos de redistribución" en favor de inversiones en seguridad, educación y administración pública.
En virtud de una enmienda constitucional en 2009, Alemania tiene prohibido contraer nueva deuda que supere el 0,35 por ciento del producto interior bruto (PIB), lo que obliga a las autoridades a reducir el déficit estructural y a pagar las deudas en épocas de crecimiento.
Como consecuencia de la pandemia del coronavirus, el Parlamento alemán (Bundestag) permitió al Gobierno saltarse tal disposición en los presupuestos de 2020, 2021 y 2022, lo que le permitió contraer mayores deudas.
En opinión de Lindner, en 2023 la economía todavía arrastrará "marcas de la pandemia", pero pese a ellas, el Gobierno se deberá enfrentar al reto de cumplir con el freno de la deuda.
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