Empresas familiares alemanas más antiguas apuestan por la innovación

Por Roland Losch (dpa)

Múnich, 13 dic (dpa) - Muchas empresas conocidas de Alemania fueron fundadas antes de la Revolución Francesa y hoy siguen siendo propiedad de las mismas familias gracias a una combinación de tradición, espíritu pionero, audacia y suerte.

¿Escasez de trabajadores cualificados, coronavirus, cuellos de botella en las cadenas de suministro? La empresa de la familia Heinz en el límite entre Baviera y Turingia ya ha superado otras crisis y catástrofes, como la Guerra de los 30 Años (1618-1648).

La firma produce vidrio desde 1523 en la localidad de Kleintettau y hoy es una de las líderes del mercado mundial de fabricantes de frascos de perfume. 

La compañía ocupa el décimo puesto en el ranking de las 50 empresas familiares más antiguas de Alemania, difundido hoy por la Fundación de Empresas Familiares de Alemania. 

Excepto las dos últimas del listado, todas las demás firmas fueron creadas antes de la Revolución Francesa de 1789 y todas han permanecido desde entonces y sin interrupciones en manos de la familia fundadora. 

"Durante siglos, estas empresas han sido anclas de estabilidad y se mantuvieron en pie como un peñón en medio del oleaje", afirma Stefan Heidbreder, director ejecutivo de la fundación. "Hoy siguen siéndolo", destaca. 

La empresa familiar más antigua del ranking es la especialista en galvanización The Coating Company, una firma metalúrgica de Siegen, en el oeste del país. Se considera que la fecha de fundación es 1502, según quedó documentado porque el herrero Heylmann Dresseler tuvo que pagar un chelín por el uso de un fogón en esa época.

Entre las firmas con tradición familiar centenaria se encuentran también los bancos privados Berenberg (1590) y Metzler (1674), el consorcio farmacéutico Merck, que surgió de una farmacia en la ciudad de Darmstadt (1668), el fabricante de calzado para montaña Meindl (1683), la destilería de aguardiente Hardenberg (1700), la fábrica de vinagre Carl Kühne (1722), la fábrica de cerámica Villeroy & Boch (1748) y la empresa de artículos de escritura Faber Castell (1761). 

¿Cómo se puede tener éxito durante tanto tiempo? Carletta Heinz, que pertenece a la decimoquinta generación que dirige la empresa vidriera de su familia, cita tres razones: "En primer lugar, el valor de seguir atreviéndose a hacer cosas nuevas y a tomar decisiones, aunque parezcan impopulares".

Luego, Heinz señala que hay que tener olfato para elegir a los trabajadores correctos. "Y por último, simplemente la necesaria pizca de suerte", subraya. 

El espíritu emprendedor y el coraje para cambiar también son citados por Frank Stangenberg-Haverkamp, presidente del consejo familiar de Merck. "Tenemos una trayectoria de innovación", dice. "La curiosidad científica y el espíritu pionero empresarial siguen siendo las máximas de nuestro negocio". 

El profesor Tom Rüsen, de la Universidad Witten/Herdecke, señala que quienes operan en nichos de mercado a menudo logran mantenerse durante largo tiempo como empresas familiares. "Siguen desarrollando continuamente su única competencia", explica. 

Muchas de estas firmas altamente especializadas están instaladas en zonas rurales, y algunas son líderes mundiales en su rubro.

Rüsen afirma que una estricta orientación al cliente y la capacidad de "gestionar las crisis como momentos de innovación y para desarrollar más la empresa" las hace sorprendentemente resistentes.

En particular hoy en día, cuando "la digitalización hace necesarios nuevos modelos de negocios, las empresas familiares tienen buenas posibilidades", destaca. 

Heidbreder señala que durante la crisis de los mercados financieros de 2008, las empresas familiares recortaron menos personal que las empresas que integran el índice líder de la Bolsa de Fráncfort, el Dax.

Según el directivo de la fundación, en la empresa familiar que opera fuera de las grandes ciudades predomina una cultura empresarial diferente, a veces los directivos son miembros del mismo club de ocio que los empleados. 

Por otra parte, el profesor destaca que la voluntad incondicional de transmitir la empresa a la siguiente generación conduce a una forma diferente de tratar con los trabajadores y proveedores, pero también con el país y el medio ambiente.