Alemana Baerbock se estrena en G7 con Rusia y China en el foco

Liverpool (Reino Unido), 11 dic (dpa) - Con la crisis de Ucrania como telón de fondo, la nueva ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, y sus colegas de las principales potencias económicas (G7) buscaban hoy una línea de acción común frente a Rusia.

En la antesala del encuentro en la ciudad inglesa de Liverpool, Baerbock destacó que el Grupo de los Siete comparte valores como la democracia, los derechos humanos y el compromiso con un orden internacional basado en reglas y no en la ley del más fuerte.

Sin embargo, también comparten el conocimiento "de que estos valores no nos han sido regalados, sino que debemos defenderlos y también estar preparados para defenderlos", agregó.

A finales de año, Alemania sustituirá a Reino Unido en la presidencia del grupo, que, además de Francia y Estados Unidos, incluye a Italia, Japón y Canadá. Las primeras sesiones de trabajo estuvieron dominadas por las principales crisis del mundo: Rusia, China y la preocupación por el programa nuclear de Irán.

También es probable que la cuestión del boicot político a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en China del 4 al 20 de febrero desempeñe un papel en Liverpool.

No se trata de un boicot deportivo, sino del plano diplomático, es decir, de la cuestión de si los políticos de alto rango viajarán como visitantes. El país, gobernado por un régimen autoritario, es acusado por Occidente de violaciones de los derechos humanos, especialmente contra minorías como los uigures musulmanes.

Reino Unido y Estados Unidos siguen preocupados por los movimientos militares rusos en la zona fronteriza con Ucrania. En las conversaciones previas a la reunión, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, coincidieron en su apoyo a Ucrania, informó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores británico.

Ambos expresaron su profunda preocupación por el aumento de la presencia de tropas rusas en la frontera ucraniana. Manifestaron que cualquier incursión de Rusia constituiría un error estratégico que tendría graves consecuencias.

Tras hablar con Blinken el viernes por la noche, Baerbock subrayó hoy en Twitter que esperaba aprovechar la asociación transatlántica y la amistad para abordar cuestiones como la crisis climática y reforzar el orden internacional basado en normas.

Blinken, por su parte, expresó también en esa red social que esperaba colaborar estrechamente para abordar la crisis climática, la pandemia de coronavirus y los desafíos a la democracia y los derechos humanos.

Baerbock se reunió hoy con su homólogo italiano Luigi Di Maio para conocerse al margen de la ronda del G7. Por la tarde estaban previstas conversaciones con el Ministro de Asuntos Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi, y con su homóloga canadiense, Melanie Joly.

La titular de la diplomacia germana tiene previsto viajar este domingo a Bruselas para reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Allí ya se había reunido el jueves con el Comisario de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, en el marco de una serie de visitas inaugurales a París, Bruselas y Varsovia.

Los ministros de Relaciones Exteriores tienen en agenda en Liverpool entre otros temas la distribución mundial de las vacunas contra el coronavirus, en parte junto con los ministros de Desarrollo del G7.

La nueva titular de Alemania, Svenja Schulze, también quiso asistir. Tratándose de los países más ricos del planeta, el G7 tiene "una responsabilidad especial a la hora de hacer frente a la pandemia de coronavirus y al cambio climático, y deben mostrar solidaridad global con los más pobres", exigió antes de sus conversaciones.

La reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del G7 es la segunda bajo la presidencia británica este año, pero la primera para Baerbock y la anfitriona británica Liz Truss. Esta última asumió hace unos meses el cargo cuando fue remodelado el gabinete de Boris Johnson.

Antes de que se iniciaran las conversaciones, Truss urgió a los países del G7 a que profundizaran en sus relaciones, tanto en materia de comercio como de seguridad e inversión, y que fueran menos dependientes de países como China.