Lagarde descarta política monetaria más restrictiva ante inflación

Fráncfort, 19 nov (dpa) - El Banco Central Europeo (BCE) no pasará en lo inmediato a una política monetaria más restrictiva, a pesar del alza de la inflación en el continente, según declaró hoy la presidenta de la entidad financiera, Christine Lagarde.

"En un momento en el que el poder adquisitivo ya se está viendo mermado por el aumento de los costes de la energía y el combustible, un endurecimiento indebido sería un viento en contra injustificado para la recuperación", dijo Lagarde en un congreso bancario celebrado el viernes en Fráncfort y retransmitido por Internet.

"No nos tomamos a la ligera esta fase de mayor inflación", aseguró Lagarde. Agregó que sin embargo el BCE "no debería pasar a un endurecimiento prematuro de la política monetaria ante choques de inflación temporales o del lado de la oferta".

Las tasas de inflación llevan meses subiendo en la Unión Europea. En Alemania, los precios subieron en octubre un 4,5 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. La inflación en la mayor economía de Europa es la más alta en los últimos 28 años. También en la zona del euro, la tasa de inflación anual del 4,1 por ciento registrada en octubre estuvo muy por encima del objetivo a medio plazo del BCE del 2 por ciento.

"Esta inflación es inoportuna y dolorosa, y, por supuesto, existe la duda de cuánto durará. Nos tomamos estas preocupaciones muy en serio y estamos siguiendo la evolución de los acontecimientos con atención", dijo Lagarde. "En particular, somos conscientes de que una mayor inflación deprime los ingresos reales de los ciudadanos, especialmente los del extremo inferior de la distribución de la renta".

Sin embargo, Lagarde reiteró la opinión del BCE de que gran parte del aumento de la inflación podría explicarse por factores especiales que deberían remitir gradualmente el próximo año. El organismo de control monetario cita, por ejemplo, la recuperación de los precios del petróleo tras la crisis del coronavirus, así como los cuellos de botella de la oferta debido al aumento de la demanda. Además, la retirada de la rebaja temporal del IVA en Alemania está teniendo un impacto.

Sin embargo, varios economistas y banqueros advierten que no hay que subestimar la tendencia actual de la inflación. Los críticos acusan al BCE de utilizar dinero barato para alimentar la inflación, que en realidad quiere mantener controlada.

"Creo que estamos subestimando que esta inflación durará más tiempo y que las tasas de inflación seguirán siendo más altas de lo que algunas personas y economistas han pensado en los últimos seis o siete meses", respondió el director general del Deutsche Bank, Christian Sewing, a la presentación de Lagarde.

Existe una "inflación estructural", impulsada, por ejemplo, por el aumento de los costes relacionados con el cambio climático, afirmó Sewing. El banquero dijo que espera que las tendencias de inflación de las últimas cuatro a seis semanas continuarán en la primera mitad de 2022, y pidió: "Una reacción del BCE debería llegar antes de lo que acabamos de escuchar".

El jefe del consejo de administración del banco francés BNP Paribas, Jean Lemierre, expresó su desacuerdo con la postura de su colega del Deutsche Bank: "Una inflación subyacente algo mayor no es mala. Ayudará a alcanzar los objetivos del BCE. Llevamos mucho tiempo esperando esto", dijo.

Lemierre subrayó: "La verdadera cuestión hoy no es la inflación. Siento decirlo. La verdadera cuestión es el crecimiento. ¿Conseguiremos pasar de la recuperación al crecimiento?" el directivo del BNP Paribas se expresó optimista al respecto.

"Estamos decididos a garantizar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2 por ciento a mediano plazo", subrayó por su parte Lagarde. "Hoy en día, la inflación está impulsada en gran medida por las circunstancias excepcionales creadas por la pandemia". Por lo tanto, la política monetaria debe "seguir siendo paciente y persistente", dijo la presidenta del BCE.

El Consejo de Gobierno del BCE decidirá el 16 de diciembre cómo proceder con las multimillonarias compras de bonos del banco central. Según los planes actuales, el PEPP (Programa de Compras de Emergencia para la Pandemia), creado para amortiguar el impacto del choque de la pandemia con un volumen de 1,85 billones de euros, expirará en marzo de 2022.

En el Consejo de Gobierno del BCE hay quienes impulsan la idea de transferir la flexibilidad de este programa de compras de emergencia a otros programas de adquisición de bonos.