Lufthansa prevé costos multimillonarios por nuevo plan "Fit for 55"

Fráncfort/Berlín, 13 oct (dpa) - La compañía aérea alemana Lufthansa prevé costos adicionales por miles de millones de euros si la Comisión Europea aprueba sin cambios el paquete climático "Fit for 55" para reducir las emisiones de CO2. 

El grupo aéreo debería asumir en ese caso gastos por entre 15.000 y 20.000 millones de euros (17.310 a 23.080 millones de dólares) hasta el año 2035, según las estimaciones de Lufthansa en su publicación "Politik-Brief" (Carta política) difundida hoy. 

La empresa prevé una carga unilateral de hasta 7.000 millones de euros hasta el año 2030.

La Comisión Europea propuso un régimen de comercio de derechos de emisión más estricto para una reducción más rápida de la emisión de dióxido de carbono en el transporte aéreo, un impuesto europeo al queroseno y cuotas de mezcla obligatorias para combustibles sostenibles. 

El sector de la aviación ve sin embargo desventajas en el diseño concreto del plan frente a los competidores no europeos, que podrían aprovechar sus ventajas de costos para desviar pasajeros a Turquía o Cercano Oriente, por ejemplo.

En la publicación difundida hoy, Lufthansa rechaza de plano el impuesto al queroseno. En tanto, señaló que para la mezcla de combustibles sostenibles, como en otros sectores económicos, se necesitan reglamentaciones que impidan un mero desplazamiento de la contaminación por CO2. 

Según la compañía alemana, el actual comercio de derechos de emisión, que por el momento solo rige dentro de Europa, debería ampliarse a los vuelos de conexión con aeropuertos ubicados fuera de Europa. 

"No puede ser que las aerolíneas europeas estén en clara desventaja frente a las no europeas", expresó el presidente de la aerolínea, Carsten Spohr, a la publicación "vbw-Unternehmermagazin" 

"Si los billetes en Europa se encarecen y la gente se desvía por Estambul o Dubai, las emisiones de CO2 aumentarán y Alemania se debilitará como lugar de negocios", señaló Spohr. 

El presidente de Lufthansa consideró que se debe garantizar una competencia justa con los principales competidores del Cercano Oriente, China, Estados Unidos y Turquía.