EE. UU. y México emprenden nueva iniciativa de seguridad

 VOA

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, expresó su confianza en que la nueva iniciativa de seguridad “Entendimiento Bicentenario” acordada con Estados Unidos arroje resultados y dijo deja atrás una cooperación limitada para dar paso a una alianza entre iguales.

El plan, que sustituye a la llamada Iniciativa de Mérida de 2008, contempla la inversión en salud pública, con énfasis en la prevención del consumo de drogas, atacar la delincuencia transfronteriza reduciendo el tráfico de armas y el desmantelamiento de redes criminales, así como la creación de una red para la prevención del homicidio.

“Respeto, corresponsabilidad y reciprocidad son los fundamentos de la alianza, construir una relación en donde las prioridades de México tengan el mismo nivel que las prioridades de Estados Unidos”, dijo Ebrard.

Según el canciller, “el éxito de esto no se va a medir porque se capture a un capo y se haga una gran conferencia de prensa. El éxito de eso se va a medir porque haya menos homicidios en México y menos consumo de droga, eso es la diferencia”.

Este plan, explicó Ebrard, tiene “reciprocidad y corresponsabilidad” que la Iniciativa Mérida, firmada durante la administración del presidente estadounidense George W. Bush. “Es más igualitaria, más equilibrada la relación, eso es en esencia lo que quiere decir, ¿es poco? Es muchísimo”.

Delegaciones de ambas naciones debatieron en la capital mexicana un Diálogo de Seguridad de Alto Nivel. Tras el encuentro, el secretario de EE. UU., Antony Blinken, dijo en una rueda de prensa que el acuerdo “marca un nuevo capítulo en la cooperación” bilateral.

Sin embargo, el Gobierno mexicano no ha fijado aún una postura sobre el tema de que integrantes de las distintas agencias de Estados Unidos puedan actuar en territorio mexicano, aunque el embajador estadounidense, Ken Salazar, dijo que la delegación estadounidense planteó esta solicitud en las conversaciones del viernes.

La participación de estos agentes fue limitada a finales de 2020 después de que investigaciones de la agencia antidrogas de EE. UU. (DEA) derivaron en la detención del exsecretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos, quien fue acusado de vínculos con grupos criminales.

Cienfuegos fue liberado posteriormente a petición del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero a consecuencia de ese incidente se aprobó una reforma legal para limitar las actividades de las agencias de Estados Unidos en territorio mexicano.