Conservadores alemanes cierran filas a dos semanas de cita electoral

Núremberg, 11 sep (dpa) - Los líderes conservadores alemanes cerraron hoy filas para evitar la derrota en la elecciones generales del 26 de septiembre y lanzaron fuertes ataques a los rivales socialdemócratas y verdes.

"Queremos ganar juntos las elecciones con un rumbo claro", dijo Armin Laschet, el aspirante a la cancillería y presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en un congreso de la rama bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), en Núremberg.

"Queremos que seas canciller de la República Federal de Alemania", aseguró el presidente de la CSU, Markus Söder, quien hace pocos meses libró una dura puja con Laschet por la candidatura de los conservadores.

Laschet ha sido blanco de repetidas críticas de la CSU en las últimas semanas. El jueves, el secretario general de la formación, Markus Blume, afirmó en una entrevista que la CDU/CSU estaría con Söder "por supuesto" en mejor posición en las encuestas electorales. Más tarde matizó las declaraciones.

En los sondeos en el plano nacional, la CDU y la CSU se sitúan actualmente varios puntos por detrás del Partido Socialdemócrata (SPD) que encabeza el vicecanciller y ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.

Es "un cara o cruz", dijo Laschet, quien admitió errores en la campaña electoral. "Por supuesto, no todo fue óptimo, como sabemos nosotros mismos". Laschet vio desplomarse su popularidad cuando fue captado por cámaras riendo durante una visita a zonas devastadas por riadas a mediados de julio.

Laschet dijo que ahora es necesario explicar a la gente que la CDU y CSU defendieron el rumbo correcto en los momentos decisivos de la historia alemana.

Asimismo, atacó directamente a Scholz por no descartar de forma categórica una posible alianza de izquierdas tras los comicios y dejarse una puerta abierta para gobernar junto con Los Verdes y La Izquierda.

Sostuvo que una alianza de izquierdas supondría un peligro para la seguridad interior y exterior y para la economía de Alemania. "Las subidas de impuestos y el aumento de la burocracia pondrán en peligro la prosperidad", advirtió.

Además, Laschet criticó la reacción de Scholz después de que la policía registrase oficinas del ministerio de Finanzas por orden de una fiscalía.

"Hubiera deseado un poco más de diligencia por parte de la autoridad de supervisión financiera en varios casos", dijo Laschet en alusión a las sospechas surgidas en torno a la labor de una unidad del ministerio que encabeza Scholz.

El jueves, la fiscalía de Osnabrück ordenó registrar los ministerios de Finanzas y de Justicia -ambos dirigidos por socialdemócratas- en el curso de unas investigaciones contra los responsables de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), una sección de lucha contra el blanqueo de dinero.

Los fiscales investigan desde el año pasado una sospecha de obstrucción a la justicia por parte de la UIF. Se supone que esta unidad no transmitió a la policía y a la justicia pistas de bancos sobre el blanqueo de capitales.

La UIF está subordinada al Ministerio de Finanzas. En declaraciones al diario "Die Welt", Scholz cuestionó indirectamente las redadas al afirmar que las consultas en torno a este tema podrían haber sido dirigidas a los ministerios por escrito.