FAO: La sequía amenaza los medios de vida de siete millones de agricultores en Afganistán

 NDP FAO

La FAO pide que se preste asistencia humanitaria urgente para la campaña del trigo de invierno

28 de agosto de 2021, Kabul y Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha solicitado que se aumente la asistencia humanitaria por cuanto el Afganistán sigue estando seriamente afectado por una sequía cada vez más grave que amenaza los medios de vida de más de siete millones de personas que dependen de la producción de cultivos o la ganadería.

Muchas de estas personas ya se encuentran entre los 14 millones de afganos (uno de cada tres) que padecen inseguridad alimentaria grave y necesitan asistencia humanitaria urgente.

“No podemos olvidarnos de los agricultores y los propietarios de ganado en la crisis humanitaria actual”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO. “En este momento es fundamental prestar apoyo agrícola urgente para contrarrestar los efectos de la sequía y el empeoramiento de la situación en vastas zonas rurales del Afganistán en las próximas semanas y meses.”

La combinación de una grave sequía, las repercusiones económicas relacionadas con la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y los desplazamientos generalizados ha azotado a las comunidades rurales del Afganistán, en particular a los agricultores y pastores, que constituyen el eje central de la economía del país. La producción de alimentos y los medios de vida agrícolas están soportando una enorme presión.

“Si no conseguimos ayudar a las personas más afectadas por la grave sequía, en ciertas zonas, muchas se verán obligadas a abandonar sus explotaciones y a desplazarse a otros lugares”, añadió el Director General. “Ello amenaza con agravar más aún la inseguridad alimentaria y plantea otro peligro para la estabilidad del Afganistán.”

Campaña del trigo de invierno: se necesita apoyo urgente

La FAO prevé prestar asistencia a 250 000 familias agrícolas vulnerables, lo que equivale a alrededor de 1,5 millones de personas, para la próxima campaña del trigo de invierno. La siembra empieza a finales de septiembre y se prolonga hasta octubre en muchas zonas. Sin embargo, la financiación actual solo permitirá a la FAO llegar a 110 000 familias. Existe un déficit de financiación de 18 millones de USD en apoyo para el Plan de la FAO de respuesta ante la sequía en el Afganistán.

“La oportunidad de prestar esta asistencia se está esfumando rápidamente. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde”, dijo el Sr. Richard Trenchard, Representante de la FAO en el Afganistán. “Si los agricultores no pueden conseguir las semillas que necesitan con urgencia a finales de septiembre o principios de octubre, no habrá campaña del trigo de invierno. Esto será un desastre para millones de afganos, tanto si son agricultores como si son consumidores.”

“La FAO y sus asociados ya están prestando apoyo a millones de personas del medio rural. Pero se debe hacer mucho más”, añadió el Sr. Trenchard.

Si se cumplen las previsiones actuales, según las cuales la cosecha será un 20 % inferior a la de 2020 y un 15 % inferior a la media a causa de la grave sequía, la temporada de siembra de trigo del próximo invierno será fundamental para prevenir que la seguridad alimentaria del país empeore aún más y proteger los medios de vida agrícolas, que son el pilar básico de millones de personas en todo el país.

Según las previsiones, la necesidad de cereales (principalmente trigo y harina) en el Afganistán será un 28 % superior a la del año pasado, que se situó en 3,6 millones de toneladas. Asimismo, también es motivo de preocupación que los sistemas tradicionales de distribución de semillas por el Gobierno han quedado gravemente afectados por la crisis reciente, lo que perjudica aún más a los agricultores del Afganistán, que ya están gravemente afectados.

“La próxima campaña del trigo de invierno es un momento decisivo. Si lo dejamos pasar, se desatará una catástrofe”, sentenció el Sr. Trenchard.

Los efectos de la sequía en el ganado

Los pastores y propietarios de ganado del Afganistán también necesitan asistencia urgente para contrarrestar los efectos de la sequía durante la próxima campaña de invierno. Se estima que tres millones de animales están en riesgo, lo que conlleva que la protección del ganado sea urgente y crítica para los pastores y los propietarios de ganado de todo el país.

En la evaluación de la FAO se pone de manifiesto que un gran porcentaje de pastores y propietarios de ganado marginados se encuentran en una fase crucial y que, a menos que reciban apoyo, se verán obligados a vender sus explotaciones ganaderas debido al aumento de los precios del forraje y los piensos y también a desplazarse a otros lugares.

Las perspectivas a largo plazo son poco esperanzadoras, puesto que los agricultores y los pastores, afectados por la sequía, suelen necesitar entre tres y cinco años para recuperarse completamente, según los estudios recientes de la FAO. Otra campaña del trigo difícil les perjudicará gravemente.

El compromiso de la FAO con el Afganistán

A pesar del déficit de financiación y de las difíciles circunstancias, la FAO está decidida a atender a la población del Afganistán y mantiene el objetivo de prestar asistencia a 3,5 millones de personas en el país en 2021, de acuerdo con su Plan de respuesta humanitaria. Gracias a la labor preventiva que ha venido desempeñando este año, la organización de las Naciones Unidas ha podido alertar sobre la grave sequía trabajando con los agricultores vulnerables y sus familias.

“Gracias a los asociados que atendieron esta advertencia, en 2021 hemos podido prestar apoyo a más de un millón de personas vulnerables de 30 provincias con insumos agrícolas urgentes, piensos, capacitación en materia de agronomía y asistencia basada en dinero en efectivo”, dijo el Sr. Kaustubh Devale, Jefe del Programa de emergencia y resiliencia de la FAO en el Afganistán.

Los programas de la FAO basados en la asistencia en efectivo también están permitiendo ayudar a las familias rurales más vulnerables encabezadas por mujeres, personas con discapacidad o ancianos. Las transferencias de efectivo incondicionales ayudan a cubrir las necesidades alimentarias y básicas más inmediatas.