Alemania confía en unidad de la UE de cara a reforma fiscal mundial


Berlín, 9 jul (dpa) - El vicecanciller y ministro alemán de Economía, Olaf Scholz, se mostró hoy "muy confiado" en cuanto a la posibilidad de alcanzar una posición única en la Unión Europea (UE) para la proyectada reforma fiscal mundial.

Scholz expresó su confianza en lo que respecta a la UE y las decisiones conjuntas en declaraciones a la televisión pública alemana ARD.

"De hecho, ya se dio el caso en el pasado de llegar a acuerdos sobre evasión fiscal primero a nivel mundial y luego la UE también se sumó a ellos, incluso los países que eran escépticos", expresó.

A nivel de comisiones de trabajo, 131 países de todo el mundo han acordado un tipo impositivo de al menos el 15 por ciento para las empresas que operan a nivel internacional y una redistribución de los derechos fiscales, pero tres países de la UE, Irlanda, Hungría y Estonia, no lo han aceptado todavía.

En la reunión de los ministros de Economía de las 20 mayores potencias económicas mundiales (G20), que se celebra hoy y el sábado en la ciudad italiana de Venecia, se espera que los países respalden los planes de implantar un impuesto mínimo.

El impuesto mínimo pretende evitar que las empresas se desplacen a países de baja tributación. Además, en el futuro, las empresas deberían pagar impuestos no solo en su país de origen, sino también en el lugar donde hacen sus negocios.

La reforma debería entrar en vigor en 2023, pero para ello sería necesario tomar decisiones a nivel nacional y a nivel de la UE.

El presidente del Instituto de Economía Mundial (IfW), Gabriel Felbermayr, ve buenas posibilidades para la implantación del impuesto mínimo global. "Si 130 países, incluidas todas las grandes economías, todos los miembros del G20, se suman, ya es un gran avance", declaró el economista a la emisora bávara "BR".

La reforma es "probablemente la reestructuración más radical del sistema fiscal internacional de las últimas décadas", añadió Felbermayr.

Pero el experto ve mucho trabajo por delante para los ministros de Economía, porque los sistemas fiscales de cada país, incluso dentro de Europa, son muy diferentes.

"Ahora se trata de concretar los detalles. Y seguramente también surgirá la pregunta de cómo unificar la definición de beneficio. Eso es mucho más difícil que fijar un tipo impositivo del 15 por ciento", alertó.