Actor germano-español Daniel Brühl habla sobre cine y vecindario


Por Julia Kilian (dpa)
Berlín, 8 jul (dpa) - El actor germano español Daniel Brühl debutó como director con el thriller psicológico "Nebenan" (Next Door), que narra los abismos humanos y el desplazamiento en las grandes ciudades. 

El artista y director de 43 años explica en entrevista con dpa qué encuentro le dio la idea y cómo reaccionan hoy sus vecinos de Berlín. 

dpa: ¿Cómo se ha sentido al dirigir por primera vez una película? 

Brühl: Muy bien. No sabía lo que iba a venir y lo enfrenté de forma pragmática. Pensaba: "Si esto sale mal y resulta algo muy horrible, entonces no lo hago nunca más". Pero yo quería realmente probar y ahora, en retrospectiva, debo decir que fue la experiencia más feliz que he vivido laboralmente. 

dpa: En paralelo a la dirección, usted interpreta uno de los papeles principales, un actor llamado Daniel que vive en Berlín y hace una prueba para una película de superhéroes. Sinceramente, ¿cuánto hay de usted en el personaje? 

Brühl: Prefiero dejar la respuesta deliberadamente abierta. En primer lugar estaba la idea de hacer una película sobre la gentrificación, ese fenómeno por el cual el poder económico se apropia de algunas zonas en las ciudades y expulsa a sus antiguos habitantes, y solo después, en el siguiente paso, pensé: "La historia que se me ocurre al respecto tiene mucho que ver conmigo". Mi persona como actor simplemente ofrece un punto de ataque maravilloso.

dpa: ¿Cómo se le ocurrió la historia?

Brühl: La idea apareció en un restaurante en Barcelona, hace años. Estaba sentado frente a alguien que parecía ser un obrero de la construcción. De inmediato sentí que yo no le agradaba en absoluto. Y pensé que él podría ser un constructor de andamios afuera de la casa a la que me había mudado y lleva meses observándome. Y un día me espera en ese bar de tapas y abre un duelo de palabras. Rápidamente percibí que este es un tema que me interpela. 

dpa: ¿Y por qué?

Brühl: Desde que me mudé de Colonia (en Alemania) me he sentido un poco como alguien que impulsa la gentrificación, que expulsa con su poder adquisitivo a los antiguos vecinos, ya sea que estuviera en Berlín o en Barcelona. Ya desde un principio me sentí un poco privilegiado. Y pensé: "¿Por qué no hago el film realmente bien personal y me tomo como ejemplo para el personaje?". Se lo puede hacer trizas maravillosamente. (ríe)

dpa: En la película hay una escena en la que Daniel finge que el bar es su lugar favorito, pero ni siquiera sabe el nombre de la dueña. ¿Conoce también eso de querer pertenecer y quedar en rídiculo al intentarlo? 

Brühl: Sí, totalmente. Y allí uno también debe poder reírse de uno mismo. En ese sentido, hay muchos momentos muy sinceros. Me ha pasado seguido el no saber el nombre de alguien. O cuando una vez se me acercó una pareja en Barcelona. Lucían como alemanes, con una cámara. Instictivamente rodeé con mi brazo a la mujer porque pensaba que querían una foto conmigo. Y entonces supe que eran suecos que no me habían reconocido en absoluto. Fue tan vergonzoso. 

dpa: ¿Cómo reaccionan hoy sus vecinos en Berlín?

Brühl: Creo que les caigo bien (ríe). Me dieron la bienvenida desde el principio. Pero de todas formas percibo a veces cierta reserva. Siempre fue muy fuerte ese deseo de demostrar a la gente que formas parte de ese grupo. Y naturalmente por eso también era también muy fuerte ese sentimiento de ser de alguna forma un intruso, un gentrificador odiado. Para mí siempre fue importante aclararle a la gente que yo no lo era. Vivo desde hace 22 años en el barrio Prenzlauer Berg de Berlín. En algún momento se podría pensar que ya lo he superado. Pero no, aún hoy me preocupa. 

dpa: Los políticos llevan años pensando sobre el tema del desplazamiento. ¿Ve alguna solución a este problema? ¿Considera que hay algo que se debería intentar hacer? 

Brühl: Quizás el diálogo y el intercambio no deberían tener lugar como en mi película (ríe).

dpa: Buen punto. 

Brühl: Lo esencial siempre es la comunicación y el acercamiento. Simplemente escucho lo que la gente tiene para contar, así he aprendido mucho en el lugar donde vivo. Ir por la vida con atención, con cuidado y con ojos y oídos abiertos, ahí es donde todo comienza. 

dpa: ¿Piensa volver a dirigir una película?

Brühl: Me gustaría volver a atreverme, en algún momento. Y con gusto otra vez con Daniel Kehlmann como autor. Ya estamos pensando algo de nuevo pero aún es muy pronto para revelarlo.  

Daniel Brühl nació hace 43 años en Barcelona, España, y creció en la ciudad alemana de Colonia. Alcanzó la fama en 2003 por su papel protagónico en la película "Good Bye, Lenin!". Es uno de los pocos actores alemanes que logró llegar a Hollywood. Brühl vive hoy con su familia en Berlín. El guión de su nuevo film fue escrito por Daniel Kehlmann, famoso en todo el mundo por su obra "La medición del mundo". Ambos se conocen desde hace mucho tiempo.