Martha Argerich celebra sus 80 años con conciertos en Alemania


Por Esteban Engel (dpa)

Berlín, 4 jun (dpa) - La pianista argentina Martha Argerich celebrará sus 80 años con una serie de conciertos en la Filarmónica del Elba en Alemania, en los que tocará entre otros con su amigo Daniel Barenboim.

La serie de 11 conciertos se celebrará en el marco del Festival Martha Argerich junto con la Sinfónica de Hamburgo a partir del 19 de junio en la famosa filarmónica de esta ciudad alemana. Otras destacadas estrellas invitadas serán la violinista Anne-Sophie Mutter y la mezzosoprano Cecilia Bartoli.   

Para la artista ya es tradición tocar con Barenboim con motivo de su cumpleaños(que celebra mañana, 5 de junio). Ambos se conocen desde niños, cuando jugaban en Buenos Aires debajo del piano de un empresario y violinista amateur en cuya casa se tocaba música de cámara todos los viernes.

Argerich cuenta con una larga trayectoria de ovaciones, pero también es famosa y temida por sus cancelaciones: una y otra vez ha rechazado al público y a los promotores en el último momento, y aun así se ha convertido en una pianista única en su estilo.

La relación ambivalente de Argerich con la actuación la ha acompañado desde su infancia. Una vez tenía que tocar para el pianista Friedrich Gulda en su ciudad natal. Su madre estuvo horas esperando la llegada del maestro hasta que éste accedió a escuchar a la niña de doce años.

Pero Martha se rebeló y se negó a hacer la prueba. Sólo tiempo más tarde conocería a Gulda en Viena, adonde se trasladó con su familia para estudiar con él.

A los tres años Argerich ya se sentaba al piano de cola, y a los siete podía tocar en una tarde el Concierto para piano Nº 20 de Mozart, el Nº 1 de Beethoven y una suite de Bach.

En 1957, con 16 años, ganó el Concurso Busoni y el Concurso Internacional de Música de Ginebra. Dondequiera que actuara, el público se quedaba embelesado con el "milagro Argerich".

La relación de Martha con el piano oscilaba entre la desesperación y el amor. Gulda le rogó que confiara en sus capacidades y no desaprovechara su potencial, pese a lo cual Argerich continuó escondiéndose.

Por ejemplo cuando no acudió a una cita con el poderoso jefe de la discográfica EMI, Walter Legge, o rechazó en principio un contrato con el sello Deutsche Grammophon.

Luego viajó a Nueva York para hacer una prueba con Vladimir Horowitz, quien no la recibió, aunque más tarde la alabaría como la mejor. Argerich se quedó en Estados Unidos y conoció al compositor Robert Chen, con quien tuvo la primera de sus tres hijas.

Un año más tarde regresó a Europa y, con 24 años, ganó el Concurso Internacional de Piano Chopin de Varsovia en 1965. Luego, como jurado, provocó un escándalo: tras ser eliminado su admirado Ivo Pogorelich del certamen, se marchó en señal de protesta.

Son legendarias sus grabaciones, pero sobre todo sus interpretaciones, por ejemplo del concierto en mi bemol mayor de Liszt. Con motivo de su cumpleaños sale a la venta una versión remasterizada digitalmente de las grabaciones de 1965, que Argerich interpretó poco después de ganar el Concurso Chopin.

La afirmación del crítico Joachim Kaiser acerca de que con Argerich no se trata sólo las notas correctas, sino de la vida misma, se puede escuchar y experimentar en esta grabación.

La pianista superó en los años siguientes la muerte de sus padres, de su hermano y su mejor amiga, así como un cáncer de piel en 1992, y regresó siempre a los escenarios. 

Los festivales organizados por la artista en Beppu (Japón) y Lugano (Suiza) surgen de su deseo de tener una vida independiente y libre -según sus propias palabras- de los "trucos" de agentes y compañías discográficas.

Argerich se siente a gusto tocando con sus amigos. "Soy vieja, pero todavía inmadura", dijo en una conversación hace unos años, sonriente.