Estudio alemán: hablar de expectativas mejora éxito escolar de hijos


Múnich, 20 jun (dpa) - Los padres pueden influir positivamente en el éxito y rendimiento escolar de sus hijos, pero de un modo diferente al que muchos creen, explica una investigadora de la Universidad Técnica de Múnich.

"Es especialmente útil que los padres hablen de sus expectativas con sus hijos, que hablen de los posibles logros, de las calificaciones al terminar la escuela, de las trayectorias profesionales", señaló Doris Holzberger, profesora en investigación y evaluación educativa. 

Asimismo que debatan las estrategias de aprendizaje y que comuniquen los elogios y las críticas a las distintas tareas escolares del modo más individualizado posible, agregó. En cambio, el simple control de las tareas escolares es de poca ayuda.

Junto con un equipo de profesionales, Holzberger evaluó 18 metaestudios con unos 1.700 estudios individuales. "El hallazgo más importante es que los padres pueden influir en el rendimiento y en la motivación de los alumnos a través de su comportamiento", dijo.

Según la investigadora alemana, es importante tener en cuenta el amplio campo de las expectativas.

"Un entorno propicio para el aprendizaje, muchos libros, ir a la biblioteca con el niño, todo eso está muy bien. Pero comparado con hablar sobre la escuela y la educación, eso tiene un impacto mucho menor en el rendimiento de los alumnos", destacó.

Holzberger sugiere explorar lo que el niño quiere conseguir y las oportunidades que tiene a su alcance. También hace hincapié en que en el caso de asignaturas escolares individuales se puede apuntar conjuntamente a objetivos lo más concretos posibles, animar a los niños y jóvenes y recompensar adecuadamente los esfuerzos.

"Las críticas y los elogios deben ser siempre muy concretos y diferenciados, y no simplemente lanzados de manera general", advirtió Holzberger.

En cambio, la investigadora insiste en que los debates sobre la importancia de la educación en general no son eficaces y remarca la importancia de percibir al niño de forma individual.

La diferenciación también se aplica a los deberes: mientras que una mera supervisión puede tener incluso un efecto negativo, es más útil conversar con los niños sobre cuándo y dónde se realizan las tareas.

"Y a partir de ahí fomentar el trabajo independiente y si surgen dificultades, ofrecer ayuda", concluyó la experta tras la evaluación del estudio.