Curas alemanes bendicen parejas homosexuales en oposición al Vaticano


Por Britta Schultejans (dpa)

Wurzburgo/Múnich, 9 may (dpa) - Primero fueron solo palabras, pero ahora son acciones: sacerdotes católicos de toda Alemania decidieron bendecir a todo tipo de parejas, estén conformadas por gays, lesbianas o heterosexuales.

Y esto a pesar de que el Vaticano dio a conocer hace poco lo que opina acerca de bendecir parejas homosexuales: que es inadmisible. Lo que siguió a esta negativa de la Congregación para la Doctrina de la Fe es una afrenta abierta, una manifestación de desobediencia, es decir, algo considerado una impertinencia en círculos católicos.

El sacerdote Wolfgang Rothe, de la ciudad alemana de Múnich, señaló hoy que quiere "dar una señal" con su misa. "Mi deseo es sacar esto de los patios traseros de las iglesias y colocarlo allí donde pertenece: en el centro de la vida de la iglesia", dijo a dpa antes de su misa de este domingo en la iglesia de San Benito de Múnich, en el sur de Alemania.

Poco después del categórico "no" de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, el sacerdote universitario de la ciudad alemana de Wurzburgo, Burkhard Hose, recabó como coorganizador 2.600 firmas de personas de todos los grupos pastorales profesionales y de todas las diócesis de Alemania para demostrar que consideran errónea la prohibición de las bendiciones.

Entre los firmantes hay sacerdotes, religiosos, teólogos y referentes parroquiales y pastorales. Con sus firmas declararon su voluntad de seguir bendiciendo a las parejas de personas del mismo sexo.

Eso es exactamente lo que está pasando ahora: bajo el lema #liebegewinnt (#elamorgana) fueron registradas alrededor del principal día de acción, el lunes 10 de mayo -una semana antes del Día Internacional Contra la Homofobia-, misas en toda Alemania. Se repartirán bendiciones de Aquisgrán a Múnich, pasando por Wurzburgo, Fráncfort, Colonia y Berlín.

La mayor cantidad de misas se celebrarán en el norte y oeste del país. Solo están previstas cuatro misas de bendición en el católico estado federado de Baviera: tres en Wurzburgo y una en Múnich.

Para muchos sacerdotes fue demasiado, según Hose: "Esta brecha entre el trabajo diario velando por las almas y lo que llega de Roma en base a algunas ideas muy tradicionales y ya superadas genera tensiones que se vuelven cada vez más intolerables para muchos".

Para Hose, la Iglesia Católica pierde cada vez más autoridad y credibilidad y la sexualidad se convirtió en un tema de poder y de abuso de poder. Las protestas generadas ahora son "una válvula que se abrió". Añadió que, si bien existen este tipo de bendiciones desde hace tiempo, pero en secreto, bendecir es algo público. "Queremos salir del cuarto del fondo", señaló.

Las misas para bendecir fieles son la cresta de una ola que desató el Vaticano entre católicos de Alemania, a la que se pliegan ahora también algunos sacerdotes con su "no".

El que esta ola rompa o siga tomando impulso dependerá también de cómo se posicionen los obispos alemanes en relación a las protestas en sus diócesis. El jefe de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, cree que la acción "no es una señal que ayude ni un camino que permita avanzar".

"Las misas de bendición tienen su dignidad teológica y significado pastoral. No son adecuadas como instrumentos de manifestación de políticas eclesiásticas o acciones de protesta", declaró.

Los católicos más conservadores llamaron a los obispos en el foro ultraconservador kath.net a ser más claros y exigieron la excomunión de aquellos que no respetan las claras normativas de Roma.

Por su parte, el movimiento "Maria 1.0", un movimiento conservador contrario al movimiento de mujeres "Maria 2.0", que entre otras cosas lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en la Iglesia Católica, pidió a los obispos que tomen medidas.

"Estas misas previstas son una provocación dirigida al papa Francisco y por eso los sacerdotes deberían abstenerse", dijo Clara Steinbrecher, quien dirige la iniciativa desde principios de mes. 

Las misas también tienen como fin proteger a cada uno de los sacerdotes que se posiciona claramente contra Roma en este aspecto, según explicó Hose, quien espera que los obispos no tomen medidas: "Quien reaccione con medidas disciplinarias quedará al descubierto".

Hubo un tiempo en que una palabra desde Roma ponía fin a los debates. La directriz en latín "Roma locuta, causa finita" significa "Roma ha hablado, el caso está cerrado".

Que las cosas hayan llegado tan lejos como para que los sacerdotes se posicionen abiertamente en contra de Vaticano es para Martin Kirschner, profesor de Teología en Procesos de Transformación de la Universidad Católica de Eichstatt, una prueba de que se está gestando un cambio de época. 

"Se puede observar cómo esta intervención logró lo contrario de lo que supuestamente quería: en vez de poner fin al debate, el debate fue impulsado, y con toda fuerza", opinó.