Tribunal: entidad alemana, responsable en escándalo de implantes


Aix-en-Provence (Francia), 11 feb (dpa) - La certificadora alemana TÜV Rheinland no examinó de forma exhaustiva la silicona que se iba a utilizar en implantes mamarios de un fabricante francés que resultaron defectuosos, dictaminó hoy un tribunal de apelación en Francia.

El recurso tiene su origen en un caso de 2017, en el que un tribunal de Tolón condenó a TÜV Rheinland a pagar unos 60 millones de euros (72,8 millones de dólares) por daños y perjuicios a unas 20.000 demandantes.

En aquel momento, los jueces consideraron que el organismo de inspección técnica no había cumplido con sus obligaciones al certificar los productos del fabricante Poly Implant Prothèse (PIP), que llevaban silicona no homologada para su uso en seres humanos.

Sin embargo, el tribunal de apelación declaró ahora inadmisibles los reclamos de 6.205 casos contra TÜV Rheinland ya que, sobre la base de los documentos presentados, no se puede asegurar que a las demandantes se les hubiera colocado el modelo de prótesis certificado por la entidad.

El tribunal concedió provisionalmente 3.000 euros por daños y perjuicios a otras 13.456 mujeres que presentaron denuncias y ordenó nuevos exámenes médicos.

Actualmente hay varios procedimientos en curso contra TÜV Rheinland, pero el resuelto por el tribunal de Aix-en-Provence es el más importante.

En 2010 se descubrió que PIP había utilizado durante años silicona industrial barata y no homologada para los implantes mamarios, en lugar de la costosa silicona médica.

Se estima que 400.000 mujeres se hicieron colocar implantes en todo el mundo para reemplazar el tejido después de cirugías para extirpar tumores malignos o para aumentar el volumen de las mamas.

TÜV Rheinland había certificado los procesos de garantía de calidad de PIP, lo que llevó a las demandantes a acusar a la entidad de negligencia. Por su parte, la certificadora germana sostiene que es víctima de un engaño por parte de PIP.