Un año después, alemana Rackete rechaza que la pongan en primer plano

Roma, 29 jun (dpa) - La capitana alemana del "Sea Watch" Carola Rackete acusó a las autoridades de la Unión Europea (UE) de llevar a cabo una política migratoria racista.

"Tuve la sensación de que no solamente debíamos estar en el mar para los salvatajes, sino también como señal de resistencia contra el racismo estructural de las autoridades europeas", afirmó, un año después de que atracara sin autorización con migrantes a bordo en un puerto italiano.

Rackete aseguró que este racismo representa un problema tanto en la UE como en Estados Unidos. En relación a la agencia europea de controles fronterizos Frontex, apuntó: "Todo el concepto de esta agencia se basa en implementar la política fronteriza racista de los Estados europeos".

El 29 de junio de 2019, Rackete ingresó con 40 migrantes a bordo del "Sea Watch 3" al puerto de Lampedusa, a pesar de que el Gobierno en Roma se lo había prohibido, e inicialmente fue detenida.

La disputa con el entonces ministro del Interior italiano Matteo Salvini generó gran impacto internacional, mientras Rackete era considerada por muchos como un símbolo de humanidad.

Pero la capitana advirtió que el hecho de que tanto ella como otros rescatistas fueran mostrados como héroes es "un relato profundamente problemático".

Rackete alertó que esto saca del primer plano a los rescatados "y genera erróneamente la ilusión de que algunas personas son únicas y distintas". 

Por lo tanto, explicó que ella no quiere estar en el centro de la atención. "No es necesario que una blanca suba al escenario como la supuesta 'voz de los sin voz'", alertó.

La agencia Frontex, por su parte, rechazó las acusaciones. "Frontex ayuda a asegurar las fronteras para cientos de millones de personas en toda Europa y en los últimos años aportamos al rescate de cientos de miles de vidas humanas en el mar", comentó un portavoz.

Asimismo advirtió que un puñado de activistas se adhiere actualmente al movimiento #BlackLivesMatter en Estados Unidos para impulsar su propia agenda, basada en el "desconocimiento premeditado de los hechos".

Frontex no se refirió así directamente a Rackete, sino al movimiento en Twitter #DefundFrontex, que se opone a la agencia y brega por retirarle sus fondos.