Guatemala expresa preocupación sobre riesgo sanitario por deportaciones

VOA

La llegada a Guatemala de ciudadanos deportados de Estados Unidos continúa preocupando al gobierno que teme que entre los deportados lleguen personas que adquirieron el coronavirus en los centros de detención de la Patrulla Fronteriza.

"Se ha incrementado la cifra por los deportados que han venido, no es que los tengamos que estigmatizar, sino que simplemente tengo que hablar con la realidad. Nosotros lo que necesitamos es que ellos nos envíen a los deportados con cierto certificado que están en buena salud", dijo el ministro de Salud, Hugo Monroy.

El ministro explicó que en un vuelo que arribó a Guatemala el pasado 26 de marzo con 41 deportados procedentes de Arizona, el 75 por ciento dio positivo a la prueba de coronavirus.

Sin un número exacto de deportados que han dado positivo, el Ministro Monroy asegura que en varios vuelos han detectado a personas con fiebre, a quienes se les practica la prueba, mientras los demás permanecen aislados en un área habilitada dentro del aeropuerto Internacional La Aurora, que está cerrado para vuelos comerciales desde hace un mes.

La portavoz de la dirección general de migración, Alejandra Mena, explicó que cuando se detecta a un posible contagiado, se pone en práctica un protocolo especial.

“Si detectan alguna persona o identifican a alguien que presenta síntomas lo aíslan de inmediato, lo notifican a migración y le dan ingreso legal a nuestro país. Se aíslan a las personas que venían en el vuelo con él, y posteriormente son trasladados hacia un albergue".

Desde el 13 de marzo, cuando se registró el primer caso, han sido deportados más de 3.000guatemaltecos vía aérea.

A mediados de marzo, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, expresó su preocupación por la escasa reacción de México para contener el nuevo coronavirus y advirtió sobre las consecuencias nefastas que esa actitud puede acarrear para su país.

Estados Unidos emitió en marzo un memorándum para establecer sanciones para los países que se nieguen o retrasen la recepción de los ciudadanos deportados por Washington.