Trump propone recortar la ayuda exterior en el próximo presupuesto

VOA

La propuesta presupuestaria para el 2021 que la Casa Blanca planea enviar al Congreso propone recortar miles de millones de dólares en ayuda exterior, al tiempo que pretende aumentar los fondos para contrarrestar la influencia económica de Rusia y China, informaron fuentes oficiales.


El presidente de EE.UU., Donald Trump, pretende llevar a cabo un recorte del 21% en la ayuda exterior en su propuesta, que solicita apenas 44.100 millones de dólares para el próximo año fiscal en comparación con 55.700 millones de dólares autorizados en el actual presupuesto, informó un alto funcionario estadounidense a la agencia de noticias Reuters.En total, el proyecto de presupuesto reduce la cooperación exterior en 11,600 millones de dólares, un recorte que ya el año pasado fue propuesto por la Casa Blanca pero fue rechazado por los congresistas.

El proyecto, por el contrario, aumenta de 150 a 700 millones los fondos disponibles para la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC), cuya función es crear alianzas con el sector privado en distintos países para hacer préstamos a empresarios, con el objetivo de reducir la influencia de inversionistas chinos y rusos.

EE.UU. considera que las prácticas chinas son en gran medida deprecarias en países con economías emergentes, donde el sector privado se ve obligado a aceptar condiciones de desventaja ante la falta de alternativas finacieras.

Algunos países han caído en lo que Estados Unidos llama la “trampa de la deuda china”, teniendo que ceder el control de puertos y otras obras de infraestructura que son financiados por China en condiciones leoninas que los países luego no pueden pagar.

El muro fronterizo
Por otra parte, el presupuesto incluye una solicitud de 2.000 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo en el sur del país. Ésta es una partida significativamente a la solicitada hace un año, cuando la Casa Blanca pidió 5.000 millones de dólares para el muro, además de 3.600 millones de dólares para reponer los recursos que la administración había tomado de proyectos de construcción militar.

La construcción del muro fronterizo con México ha sido uno de los puntos más polémicos de la agenda gubernamental de Trump, especialmente desde que afirmara antes de su elección en el 2016 que obligaría a México a pagar el coste de su construcción. México siempre ha rechazado tal posibilidad.

Pero recientemente, el 30 de enero de un acto político, Trump reiteró su propósito de buscar la manera de que México sufrague la construcción de este muro con el que se busca frenar la inmigración ilegal de cientos de miles de mexicanos y centroamericanos que anualmente cruzan la frontera en búsqueda de seguridad física y prosperidad económica.

"Los extranjeros ilegales de México pagarán por el muro ... a través de remesas, un 100 por ciento", dijo Trump, durante el acto político.

El aumento del déficit
Días antes de la presentación del proyecto presupuestario de Trump, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin advirtió que Estados Unidos no puede seguir aumentando sostenidamente sus déficits presupuestarios.

"En este momento la economía puede manejar estos déficits, pero no hay duda de que con el tiempo tendremos que mirar estos temas de gasto del gobierno. No podemos seguir expandiendo el gasto del gobierno a la tasa actual", dijo Mnuchin.

El secretario defendió que el aumento del déficit se debe al incremento del gasto público y no a la bajada de impuestos aprobada por la administración en 2018. En este sentido, Mnuchin se mostró convencido de que esos recortes tributarios se pagarían solos en un periodo de 10 años.

El gobierno de Estados Unidos cerró el año fiscal 2019 con un déficit presupuestario de 984.000 millones de dólares, lo que corresponde a un 4,6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y es el mayor en siete años. Es la primera vez desde comienzos de la década de 1980 que la brecha presupuestaria se ha expandido durante cuatro años consecutivos.

La propuesta presupuestaria de Trump seguramente encontrará una enorme resistencia en el Congreso ya que, además de la disminución de la ayuda al exterior, incluye recortes en programas sociales difíciles de encarar, especialmente en un año electoral en que la oposición aboga por su ampliación y por su reducción.

Los presupuestos en Estados Unidos casi nunca son aprobados sin antes ser minuciosamente reformados por los distintos comités del Congreso. En muchas ocasiones, las profundas diferencias entre el Ejecutivo y el Legislativo han llevado a una paralización del gobierno pues al no aprobarse el presupuesto se suspenden los pagos a todos los empleados federales.