Ministro alemán teme catástrofe humanitaria en provincia siria Idlib

Múnich, 15 feb (dpa) - El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, exhortó a Rusia a que trabaje para poner fin a los combates en la provincia siria de Idlib, en un encuentro celebrado hoy al margen de la Conferencia de Seguridad en Múnich.


"Tenemos un gran temor de que se produzca una catástrofe humanitaria si no se pone fin a los combates", dijo tras reunirse con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, y el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov.

En opinión de Maas, Alemania espera que Moscú utilice su influencia sobre el Gobierno sirio "para poner fin a estos ataques, para detener los combates". "De lo contrario, esperamos que más gente abandone la región. Eso es algo en lo que nadie puede tener interés", agregó.

Este domingo, Lavrov y Cavusoglu también hablarán de la situación de Idlib en Múnich. Mientras que Ankara apoya a los rebeldes islamistas de la región, Moscú está del lado del gobernante sirio, Bashar al Asad, en el conflicto.

Según las últimas cifras de las Naciones Unidas, más de 800.000 personas han sido desplazadas del último gran bastión rebelde sirio desde principios de diciembre. El frío clima invernal de hasta siete grados centígrados bajo cero aumenta aún más la miseria.

Según estimaciones de la ONU, alrededor de tres millones de civiles viven en la región alrededor de Idlib. Muchos han huido de las tropas gubernamentales porque temen ser perseguidos y otras represiones.

La última gran área de los rebeldes está dominada por la milicia radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), que mantiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda.

Las tropas del presidente sirio Asad habían iniciado una ofensiva en Idlib el año pasado. A pesar del alto el fuego, continuaron los ataques junto con la fuerza aérea rusa aliada en las últimas semanas.

Tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, varios Estados de la Unión Europea ya habían criticado duramente la situación en Idlib el viernes. Alemania, Francia, Polonia, Estonia y Bélgica estaban "profundamente alarmados" por la escalada del conflicto, según una declaración hecha en Nueva York.