Oficialismo repitió presidentes de la AN múltiples veces, y no dejan un segundo mandato a Guaidó

AYRE VENEZUELA - ESPECIAL

Durante la existencia del antiguo Congreso Nacional y hasta la existencia de la Asamblea Nacional legítima presidida por el presidente encargado Juan Guaidó, la "instalada" por el diputado Luis Parra, y la Asamblea Nacional Constituyente dirigida por el también diputado Diosdado Cabello, se han sucedido repeticiones en el cargo de partidos y de dirigentes. 


La repetición de la guanábana

Esto en la mal llamada Cuarta Repùblica era algo común con la existencia de la antigua "guanábana" o la "alianza" que mantuvieron durante muchos años los partidos Acción Democrática y Copei, y que permitió a los blancos dirigir el Senado entre 1959 y 1968, luego entre 1974 y 1979, y finalmente entre 1984 y 1994; por su parte los verdes han tenido menos períodos de mandato en la Cámara Alta del antiguo congreso: 1968 - 1974, 1979 - 1984 y finalmente entre 1998 y 1999.

Por su parte en la Cámara de Diputados ha habido mayor participación de otros partidos además de los verdes y los blancos, AD participó en 1962, entre 1968 a 1974, luego entre 1979 a 1984, después entre 1994 a 1996 y luego en 1998 a 1999 Copei por su parte ha tenido casi igual participación: 1959 - 1962, 1974 - 1979, 1984 - 1994, 1996 - 1998 y cerraron en 1999 con el ex gobernador del estado Miranda, ex candidato presidencial y actual dirigente político de Primero Justicia (y para ese momento el presidente más joven del antiguo congreso) Henrique Capriles Radonski. 

Entre los nombres que dirigieron el antiguo convento están los conocidos: Raúl Leoni (posteriormente presidente de la Repùblica 1964-1969); Luis Beltrán Prieto Figueroa, eminencia educativa del país; Gonzalo Barrios, Octavio Lepage (presidente de la República entre mayo y junio de 1993), David Morales Bello (quien expresó el famoso "muerte a los golpistas" en 1992) y Luis Alfonso Dávila (Primer canciller de Hugo Chávez).

También estuvieron al frente de la Cámara de Diputados Rafael Caldera (posteriormente presidente de la República 1969-1974), Osvaldo Álvaez Paz (Gobernador del estado Zulia, secuestrado durante el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992), Carlos Canache Mata, Carmelo Lauría, Ramón Guillermo Aveledo (sí, el mismo que dirigió la MUD), Ixora Rojas y, como ya se dijo, Henrique Capriles Radonski. 

De blanquiverde a roja... 

Ya en la Quinta República el partido que sustituyó a la antigua "guanábana" fue el Movimiento Quinta República, MVR, quienes detentaron la presidencia del Palacio Federal Legislativo entre 2000 y 2014, con poca participación de otros partidos de oposición. 

Entre los nombres que figuraron del partido amarillo y letras negras, posteriormente cambiado al PSUV estaban: Willian Lara 2000-2003 (Fallecido por un accidente de tránsito), Francisco Ameliach 2003-2005 (exgobernador del estado Carabobo), Nicolás Maduro 2005-2006, Cilia Flores 2006-2011, Fernando Soto Rojas 2011-2012 (exguerrillero de los 60s),  y Diosdado Cabello 2012-2016. 

Lo curioso de esta nueva Asamblea Nacional fue la extensión de los períodos de gobierno de cada directivo del parlamento, como vemos, el primer alargado fue Ameliach con 3 años, después fue la actual "primera combatiente" con cinco años, y el último fue Cabello con cuatro años. 

Tras  la vuelta de la oposición a la directiva de la Asamblea y convertirse en nueva mayoría absoluta, todos los designados como presidentes del parlamento han estado un año, con excepción del actual, Juan Guaidó, que tras la rocambolesca designación de un parlamento paralelo dirigido por diputados acusados de corrupción tras ser presuntamente "comprados" por el gobierno, el varguense continúa dirigiendo los destinos del Palacio Federal Legislativo y los del país. 

Tras este relato se cae una de las matrices impuesta por el oficialismo que un presidente del congreso no pude repetir en el cargo, ya que -como se ha visto- muchos de los que están en el actual gobierno se mantuvieron en la presidencia de la Asamblea, esto para mantener una mayoría que le permitiera al gobierno a decidir adrede y en contra de los venezolanos los fondos y presupuestos del país, así como para implementar leyes absurdas e incompletas que al final, no fomentaron el desarrollo de un sector sino que lo desmejoraron.