Vuelven las focas grises a la costa alemana del Báltico

Por Birgit Sander (dpa)
Stralsund (Alemania), 28 dic (dpa) - Las focas grises, que hace cien años fueron exterminadas por completo, han vuelto a las costas del mar Báltico en Alemania, según reveló la bióloga marina Linda Westphal, del Museo Oceanográfico de Stralsund.


Según el último recuento, la colonia de focas grises en el Báltico es de unos 38.000 ejemplares. Esta cifra representa aproximadamente la mitad de la población de estos mamíferos en el siglo XIX.

Debido a que las focas grises se alimentan de pescado fueron cazadas con insistencia el siglo pasado. En Alemania, la última foca de esta especie fue oficialmente capturada en 1920.

"En aquel entonces había un premio por cada foca muerta, había que presentar la mandíbula inferior. Hoy en día sería inimaginable", destaca Westphal.

En la década de 1980, la foca gris del Báltico (halichoerus grypus balticus), que se considera una subespecie independiente, estuvo al borde de la extinción con 2.500 ejemplares.

La prohibición de caza aseguró que se recuperara su población en el mar Báltico y desde 2004 los mamíferos más grandes de Alemania se han vuelto a ver con mayor frecuencia.

Según Westphal, desde entonces, la población de focas grises en el sur del Mar Báltico está creciendo a una tasa anual de alrededor del 20 por ciento. Sin embargo, con alrededor de 3.500 animales en esta región sólo vive una pequeña parte de la población total.

El número de ejemplares se determina sobrevolando la zona. "No es fácil contar grupos grandes desde un barco", explica la científica.

"En verano se encuentran muchos menos animales en las costas alemanas del Mar Báltico, la mayoría de viene con el agua fría", agrega.

En el mes de octubre, la Asociación Jordsand contabilizó más de cien focas grises sólo en la isla Greifswalder Oie, en el mar Báltico. En la bahía de Greifswald se contaron entre 200 y 300 ejemplares la pasada primavera (boreal).

No todo el mundo está contento con el aumento de la población de focas grises, sobre todo los pescadores.

"En la isla Greifswalder Oie está todo negro debido a los cormoranes y a las focas", se queja un pescador en una reunión en Stralsund, donde muestra fotos de peces mordisqueados.

Pero el mayor daño es causado por las focas que destruyen las redes de pesca, asegura Michael Schütt de Freest, vicepresidente de la asociación de pescadores costeros del estado alemán de Mecklenburgo-Pomerania Occidental.

Las focas grises son "depredadores oportunistas", explica Westphal. Dependiendo de lo que haya, cazan principalmente peces como el salmón, pero también atacan a focas comunes y marsopas o aves marinas y cangrejos. En el mar Báltico les gusta comer sobre todo arenque, bacalao y el pez espadín, añade.

Entretanto, ya han nacido focas grises en la costa de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, según demuestran hallazgos de animales muertos.

Todavía no hay una zona de cría establecida frente a la costa alemana del mar Báltico, señala Westphal, responsable del proyecto para el retorno de las focas de la Agencia Federal para la Conservación de la Naturaleza (BfN).

Hasta ahora se han contabilizado solo 30 ejemplares fieles al lugar, destaca la bióloga alemana.