Fanático por la Navidad: Alemán tiene 350 árboles decorados en casa

Por Christina Sticht (dpa)
Rinteln (Alemania), 24 dic (dpa) - Casas decoradas por fuera con luces navideñas las hay por doquier en Alemania, pero Thomas Jeromin se decidió en cambio por un mundo navideño maravilloso en sus cuatro paredes.


Todo empezó como si nada con un árbol de Navidad en la sala de estar. "Luego puse uno en el vestíbulo y otro en el pasillo, en algún momento la cosa pasó a mayores", dice Thomas Jeromin.

Este cocinero de Rinteln, una pequeña localidad en el estado federado de Baja Sajonia, tiene ahora en su casa alrededor de 350 árboles de Navidad.

Él mismo empieza a adornarlos a principios de agosto para tenerlos a tiempo en Navidad. Usa figuras de superhéroes, patitos de goma o flamencos. Durante todo el año va apuntando ideas y recogiendo material para la decoración.

El Instituto de Récords de Alemania ha reconocido la brillante y resplandeciente colección de esta familia como un récord mundial. Sin embargo, el intento de inscribirlo en el libro Guinness ha fracasado, lamenta este fanático de la Navidad.

La pasión por el coleccionismo se apoderó de él hace ocho años y hasta ahora le ha costado entre 25.000 y 30.000 euros (entre 27.700 y 33.257 dólares).

"Mi esposa se opuso al principio y dijo: 'Quiero mudarme'", recuerda este hombre regordete de 53 años. "Adelante, entonces decoraré tu mitad de la cama", comenta que replicó.

Entretanto, Susanne Jeromin ya se ha acostumbrado a la "extravagancia" de su marido y comenta con un suspiro los planes de expansión de su esposo, cuya ambición es tener al menos 500 árboles.

A finales de 2017, la prensa reportó por primera vez sobre la deslumbrante casa de Rinteln. Desde entonces, el creador de este bosque de abetos en casa se ha deleitado con cartas de gente que le ofrece la decoración que ya no quiere: "Somos el santuario para los adornos navideños desechados".

Jeromin también ofrece visitas guiadas con cita previa por su paraíso navideño. La última vez que un grupo de excursionistas de avanzada edad estuvo allí terminaron cantando un villancico. El anfitrión les pide que firmen en el libro de visitas y una foto para mostrarla algún día a sus nietos.

Olaf Kuchenbecker, gerente del Instituto de Récords, está asombrado de que esta colección no acabe en el olvido como tantas otras, acumulando polvo en vitrinas o cajas.

"Le da un uso activo, todo se redecora constantemente. Ya a la entrada, uno se queda boquiabierto ante 20 árboles de Navidad", comenta Kuchenbecker.

El día de Reyes Magos, Jeromin y su mujer comienzan a quitar la decoración. La temporada pasada, con menos árboles, la tarea les llevó seis semanas.

"Mi esposa siempre se queja y quiere que deje algunos decorados", comenta, pero alega que no lo dice para evitar pasarse varios meses armando todo de nuevo antes de la próxima Navidad.

"No, se trata también de que cuando quitamos los árboles, de repente todo está muy oscuro, tienes que encender las luces", confiesa.

De todos modos, el tiempo que pasa montando y decorando no le molesta a Thomas Jeromin. "Es mucho trabajo, pero es muy relajante".