Exportadores alemanes esperan tener menos viento en contra en 2020

Berlín, 27 dic (dpa) - Los exportadores alemanes no creen que 2020 traiga una gran mejora, sino que esperan "un año de transición, que, si todo va bien, será algo mejor que el actual", según dijo a dpa Holger Bingmann, presidente de la Asociación de Comercio Mayorista, Exterior y de Servicios (BGA).


"Es decir, ninguna gran caída, pero tampoco ningún gran salto hacia adelante", señaló Bingmann. La BGA pronosticó recientemente que el total de las exportaciones del año en curso será a lo sumo un 0,5 por ciento superior al registrado en 2018.

En los primeros diez meses de 2019 las exportaciones de bienes se incrementaron en 1,0 por ciento, con lo que el sector está muy lejos de las tasas de crecimiento de sus años de auge.

Los conflictos comerciales en el plano internacional, en especial los alimentados por el presidente estadounidense, Donald Trump, pesan sobre la economía mundial y frenan la demanda de productos "made in Germany".

Bingmann ve de momento una pequeña posibilidad de mejoras, si "el presidente de Estados Unidos toma conciencia de que un año electoral con una economía sin interferencias y que funcione sin problemas es una ventaja para él y también cuando se sepa mejor cómo se desarrollará el Brexit".

La salida de Reino Unido de la Unión Europea, el llamado Brexit, es una de las inseguridades que también afecta al sector alemán de la exportación.

Bingmann apuntó que la economía mundial y el comercio internacional siguen siendo susceptibles de sufrir perturbaciones y que la Organización Mundial de Comercio (OMC) tampoco se encuentra en el mejor estado.

En el plano nacional, Bingmann ve con ojos críticos la discusión sobre programas de estímulo económico en Alemania. El presidente de la BGA indicó que sería de gran ayuda para las empresas que, en vez de eso, el sector político "se atreviese a generar un verdadero alivio fiscal y burocrático".

Asimismo, se quejó de que Alemania haya vuelto a ser un país con impuestos altos. Bingmann subrayó que el principal freno a la inversión no es la falta de dinero, sino "los largos períodos de planificación y aprobación y los cuellos de botella de la capacidad productiva".