Asia y el Pacífico: se requieren tres millones de personas subalimentadas menos cada mes hasta finales de 2030 para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible


FAO NEWS RELEASE - www.fao.org

Los organismos de la ONU advierten sobre la malnutrición en la región que sufre más hambre del mundo y piden dar prioridad a la nutrición en los programas de protección social


11 de diciembre de 2019, Bangkok - Tres millones de personas subalimentadas en Asia y el Pacífico deberían ser liberadas del hambre cada mes a partir de ahora, si la región quiere alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS 2) del Hambre Cero para finales de 2030, advierte un nuevo informe publicado hoy por cuatro organismos de la ONU.

Con casi 500 millones de las personas subalimentadas en el mundo en la región de Asia y el Pacífico, y a sólo un decenio de la fecha límite de 2030 para lograr el Hambre Cero, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han pedido la adopción de medidas urgentes para hacer frente al problema del hambre y de la malnutrición en todas sus formas. Y que por primera vez en la región se tomen medidas decisivas, bien informadas y coordinadas, para que la nutrición ocupe un lugar destacado en los programas de protección social.

Retraso en el crecimiento y emaciación infantil, el hambre oculta junto con el aumento de la obesidad

Las últimas cifras del informe relativas al hambre, incluidas las carencias de micronutrientes, también conocidas como hambre oculta, retraso en el crecimiento de los niños y emaciación, permiten una lectura desalentadora en medio de las complicaciones nutricionales emergentes que trae consigo una crisis de sobrepeso y obesidad que también afecta a la región.

"La prevalencia del retraso del crecimiento y la emaciación en la región sigue siendo alta, con tasas de retraso del crecimiento superiores al 20 por ciento en la mayoría de los países. Se estima que 77,2 millones de niños menores de cinco años sufrían retraso del crecimiento en 2018, y 32,5 millones de emaciación".

Mientras tanto, el sobrepeso y la obesidad también están aumentando, tanto entre los niños como entre los adultos de la región de Asia y el Pacífico, afectando negativamente a la salud y el bienestar. La carga resultante de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta -como la diabetes, la hipertensión arterial y los problemas respiratorios-, ejerce gran presión sobre los presupuestos sanitarios nacionales, provocando pérdidas de productividad.

"En muchos países de la región, la desnutrición infantil, el sobrepeso, la obesidad y las carencias de micronutrientes coinciden a nivel nacional, en un mismo hogar e incluso, en algunos casos, en la misma persona. Se necesita un enfoque multilateral para abordar las múltiples cargas de la malnutrición", afirma el informe.

Llamamiento para situar la nutrición en el centro de la protección social

La protección social es una forma importante de ayudar a reducir la desigualdad y mitigar los efectos de los desastres, señala el informe, y en una sección especial sobre protección social se explica que diseñar programas que tengan en cuenta la nutrición puede acelerar el progreso para erradicar el hambre y la malnutrición. Se considera que esos principios nutricionales específicos deben aplicarse al diseño, implementación, seguimiento y evaluación de los programas de protección social, tanto en épocas normales como en situaciones de crisis.

En el informe se reconoce también que se han logrado algunos progresos en la región para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición.

"Algunos de estos avances, como la legislación nacional sobre la fortificación de alimentos y la implementación de políticas fiscales para promover dietas saludables, podrían resultar beneficiosos. El crecimiento económico continuado tiene también el potencial de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición", afirman conjuntamente los jefes regionales de los cuatro organismos de las Naciones Unidas. "Sin embargo -añaden-, la creciente desigualdad socava esos avances positivos, al igual que las crisis y los desastres relacionados con el clima y los conflictos".

Aunque la protección social tiene un gran potencial para ayudar a erradicar el hambre y la malnutrición, en el informe se señala la necesidad de investigar más a fondo los efectos de los programas de protección social en la salud y la nutrición de los pobres, especialmente las mujeres y los niños, las personas con discapacidad y los pueblos indígenas.

Los organismos de las Naciones Unidas que respaldan el informe esperan que estas conclusiones sirvan de base a debates que conduzcan a la adopción de medidas innovadoras y eficaces en los países miembros, para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición en toda la región de Asia y el Pacífico.