El Director General de la FAO interviene en la Reunión de las Partes en el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono

NDP FAO

7 de noviembre de 2019, Roma - El Director General de la FAO, Qu Dongyu, aseguró hoy que la cooperación internacional y las tecnologías innovadoras y respetuosas con el clima son fundamentales para hacer frente a la pérdida y el desperdicio de alimentos en el mundo, que se elevan a más de 1 300 millones de toneladas anuales.


Qu intervino en el segmento de alto nivel de la 31ª Reunión de las Partes en el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, celebrada en la sede de la FAO en Roma.

En el mismo evento participaron también el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, Inger Anderson, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Ministro italiano de Medio Ambiente, Sergio Costa.

"El Protocolo de Montreal no es sólo un acuerdo ambiental exitoso, que ha ayudado a la recuperación de la capa de ozono y contribuido a la lucha contra el cambio climático", dijo el Director General de la FAO, añadiendo que "es también de gran importancia para proteger la cadena alimentaria".

Qu subrayó que el Protocolo es un excelente ejemplo de cooperación multilateral exitosa, que impulsa la colaboración entre diversos actores internacionales, regionales y locales de los gobiernos, el sector privado, la comunidad científica y la sociedad civil.

Cerca de un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo en el mundo se pierde o desperdicia. La pérdida de alimentos se produce sobre todo en los países en desarrollo -donde 821 millones de personas sufren todavía de malnutrición crónica- y tiene también consecuencias para el cambio climático.

"La pérdida y el desperdicio de alimentos contribuyen al cambio climático, al generar casi el 8 por ciento de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero a nivel global", dijo Qu. "Esto no sólo es perjudicial para el medio ambiente -añadió-, sino también para los ingresos de los agricultores".

La FAO trabaja con un amplio abanico de partes interesadas y asociados para hacer frente a la pérdida y el desperdicio de alimentos, y el evento de hoy brindó a los participantes la oportunidad de explorar soluciones sostenibles para proteger mejor la capa de ozono de la Tierra, en consonancia con el Protocolo de Montreal y su Enmienda de Kigali.

El Director General recordó que la contaminación por plásticos generada parcialmente por la actividad agrícola, es otro de los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad.

"Hay que prestar mayor atención para solucionar el uso de los plásticos en la cadena de valor agrícola, en especial en el envasado de alimentos y la cadena de frío alimentaria", dijo Qu. "Tenemos la intención de colaborar con todos los socios en la lucha contra la contaminación por plásticos en los sectores agrícola y alimentario" aseguró, indicando que se necesitaban nuevas tecnologías y enfoques innovadores basados en un nuevo modelo de negocio.

"Necesitamos aumentar la productividad y la eficacia sobre la base de la innovación y la buena gestión, y también promover la agricultura digital", concluyó el Director General.

Reducir y gestionar el uso de un gas que daña la capa de ozono -el bromuro de metilo (BrMe)-, ha sido una de las iniciativas adoptadas por la FAO en apoyo del Protocolo de Montreal.

Hace cinco años, la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) de la FAO y el PNUMA acordaron trabajar juntos para desaconsejar el uso del BrMe para combatir las plagas y enfermedades, y apoyar los esfuerzos para desarrollar alternativas para sustituirlo, siempre que sea posible. El BrMe está en la lista de sustancias bajo control según el Protocolo de Montreal.

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