Taladro alemán vuelve a perforar superficie de Marte
Colonia (Alemania), 18 oct (dpa) - Científicos lograron reactivar el robot HP3 desarrollado por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) para que vuelva a perforar la superficie del planeta Marte después de haber estado atascado más de seis meses, informaron hoy desde la institución.
En los últimos diez días, el llamado "topo de Marte" consiguió excavar unos dos centímetros, hecho que los expertos consideran una "buena noticia".
El instrumento llamado HP3 ("Heat Flow and Physical Properties Package") fue diseñado para medir el flujo térmico en el interior de Marte a una profundidad de cinco metros. Sin embargo, el taladro quedó atrapado a unos 35 centímetros durante mucho tiempo.
Los científicos del DLR estiman que el aparato perdió estabilidad en el agujero y que, al no tener puntos de apoyo, estuvo perforando en falso en lugar de penetrar más en el terreno. Por eso la estrategia fue fijarlo a las paredes del hueco mediante la pala de un brazo robótico.
Los expertos creen que esto permitió al HP3 continuar adentrándose un par de centímetros, para lo que fueron necesarios unos 220 golpes de martillo.
Los científicos planean introducirlo más abajo con la ayuda del brazo robótico y luego observar si logra continuar avanzando por si mismo.
En los últimos diez días, el llamado "topo de Marte" consiguió excavar unos dos centímetros, hecho que los expertos consideran una "buena noticia".
El instrumento llamado HP3 ("Heat Flow and Physical Properties Package") fue diseñado para medir el flujo térmico en el interior de Marte a una profundidad de cinco metros. Sin embargo, el taladro quedó atrapado a unos 35 centímetros durante mucho tiempo.
Los científicos del DLR estiman que el aparato perdió estabilidad en el agujero y que, al no tener puntos de apoyo, estuvo perforando en falso en lugar de penetrar más en el terreno. Por eso la estrategia fue fijarlo a las paredes del hueco mediante la pala de un brazo robótico.
Los expertos creen que esto permitió al HP3 continuar adentrándose un par de centímetros, para lo que fueron necesarios unos 220 golpes de martillo.
Los científicos planean introducirlo más abajo con la ayuda del brazo robótico y luego observar si logra continuar avanzando por si mismo.
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