Los Países Bajos donan 28 millones de dólares para lograr sistemas alimentarios más resilientes en las crisis prolongadas


Un proyecto de la FAO aborda las causas profundas del hambre en Somalia, Sudán del Sur y Sudán


24 de septiembre de 2019, Roma -Los Países Bajos han aportado 28 millones de dólares EEUU en apoyo de la labor de la FAO destinada a aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios en Somalia, Sudán y Sudán del Sur, en el marco de una nueva iniciativa destinada a ampliar la labor de desarrollo basada en la resiliencia en los países afectados por crisis prolongadas.

En estos contextos, las intervenciones humanitarias se centran a menudo en atender las necesidades inmediatas y urgentes, como proporcionar refugio o ayuda alimentaria. Por el contrario, la iniciativa de la FAO Programa de resiliencia de la seguridad alimentaria y nutricional: Crear resiliencia en el sistema alimentario en crisis prolongadas (FNS-REPRO, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo mostrar que las intervenciones de desarrollo centradas en reforzar los medios de subsistencia a largo plazo pueden hacerse a gran escala, incluso en teatros de operaciones inestables.

El acuerdo de financiación fue firmado este lunes por la Ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo de los Países Bajos, Sigrid A.M. Kaag, y el Director General de la FAO, Qu Dongyu, en coincidencia con la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York (17-30 de septiembre).

"Los países y regiones afectados por crisis prolongadas suelen depender de la ayuda humanitaria, y con demasiada frecuencia se consideran lugares donde el desarrollo agrícola y rural no puede darse a gran escala. Nuestro trabajo demuestra que eso no es cierto", dijo Qu. "Sabemos que puede. Es por eso -añadió- que este proyecto incluye una completa agenda de aprendizaje que ayudará a reflejar estudios de caso exitosos que pueden ser replicados en otras comunidades que se enfrentan a desafíos similares".

"Este es un gran paso adelante en nuestro esfuerzo de colaboración para aprovechar la resolución pionera del Consejo de Seguridad del año pasado sobre los conflictos y la seguridad alimentaria. A través de FNS-REPRO, estaremos poniendo en marcha una nueva forma de trabajar en contextos humanitarios. En ella se reconoce que las iniciativas de desarrollo rural sostenido -incluso en situaciones de inestabilidad prolongada- tienen un papel clave que desempeñar en la prevención y mitigación de las crisis alimentarias", aseguró Kaag por su parte.

El trabajo de FNS-REPRO se articulará a través de tres vías principales: mejorar el acceso de las comunidades rurales a los recursos naturales y su gestión; generar nuevas y mejores oportunidades de subsistencia a lo largo de las cadenas de valor agrícola; y mejorar la capacidad de la población para explorar y aprovechar esas nuevas oportunidades.

Además, al ayudar a las comunidades a identificar y mitigar los riesgos, mejorar su gestión de los recursos naturales, establecer medios de vida más resilientes y aumentar la producción agrícola local, FNS-REPRO no sólo pretende mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, sino también contribuir a reducir los conflictos y a mantener la paz.

Un nuevo enfoque de la inseguridad alimentaria en las crisis prolongadas

Las crisis prolongadas se están convirtiendo en una nueva pauta, con un 40 por ciento más de crisis alimentarias consideradas prolongadas que en 1990. Las respuestas en materia de seguridad alimentaria suponen de modo sistemático la mayor parte de los llamamientos humanitarios coordinados por las Naciones Unidas, y representan más de un tercio de las necesidades humanitarias mundiales, con 7 400 millones de dólares EEUU en 2019.

Estas respuestas son de vital importancia y ayudan a garantizar que se cubren las necesidades inmediatas que salvan vidas. Sin embargo, con frecuencia no están diseñadas para ayudar a la población a lograr la seguridad alimentaria a largo plazo o a desarrollar su capacidad para hacer frente a las crisis. Como resultado, muchas de las personas que reciben asistencia vuelven a padecer hambre poco después de que las intervenciones humanitarias se desmantelen.

FNS-REPRO se basa en la premisa de que los esfuerzos humanitarios, de desarrollo y de consolidación de la paz deben ser complementarios y reforzarse mutuamente. Esos esfuerzos integrados son la manera más eficaz de gestionar las crisis alimentarias. Son especialmente importantes en las zonas rurales, donde el hambre es más frecuente y donde comienzan la mayoría de las crisis alimentarias y las hambrunas.

Por esta razón, la FAO y sus asociados, a través de la Red Mundial contra las crisis alimentarias -una asociación internacional que trata de abordar las causas profundas del hambre aguda-, están explorando formas de abordar las crisis alimentarias desde su raíz, en lugar de limitarse a responder una vez que han estallado.

FNS-REPRO hará una importante contribución a los esfuerzos de la Red Mundial para rediseñar la forma en que la comunidad internacional trabaja en forma conjunta para atender las necesidades humanitarias, promover el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria, y mantener la paz.