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Zverev, en su hora más difícil tras caer en Wimbledon

Por Kristina Puck (dpa)
Londres, 2 jul (dpa) - En el punto más bajo de su carrera, el tenista alemán Alexander Zverev busca alejarse del mundo del tenis. Al menos por un tiempo, quiere desaparecer por completo en algún lugar. "Donde nadie me pueda encontrar", dijo.


Además de quedar eliminado en la primera ronda de Wimbledon, el tenista de 22 años enfrenta conflictos extradeportivos. Por eso la carrera del alemán más prometedor desde Boris Becker y Michael Stich comenzó a debilitarse.

La disputa legal con su ex mánager es uno de los factores que complican su vida, así como, muy probablemente, las diferencias entre su padre y su entrenador, el ex tenista Ivan Lendl, en el entrenamiento.

El número cinco del ranking mundial parecía a la vez triste y obstinado cuando se despidió de Wimbledon. "No fue un semestre fácil para mí. Intentaré cambiarlo. Si uno habla con cualquiera de los grandes campeones, todos tuvieron años así. Es un proceso. Creo que pronto saldré".

Las numerosas derrotas en instancias tempranas de esta temporada, la espera de su primera semifinal en un Grand Slam, un balance de temporada con 25 victorias y 13 derrotas no se corresponden con una carrera que desde la más tierna infancia apunta a las metas máximas.

Zverev dejó en claro que actualmente su cabeza no está para pensar en el tenis. No mencionó a ningún responsable de eso. Pero las sospechas recaen en su ex manager, el chileno Patricio Apey, del que se separó antes de que finalizara el contrato que los unía.

El tenista calificó lo sucedido de "anormal", pero no dio mayores precisiones. Aclaró que de manera oficial no puede decir nada.

Al parecer los problemas comenzaron con su mayor éxito. En noviembre pasado, Zverev ganó las Finales de la ATP al cierre de temporada. "Tras esa victoria, venía su trabajo. Entonces salieron a la luz muchas cosas", dijo Zverev. Añadió que no se imaginaba lo que se le venía encima. "No se puede prever algo así".

También en su entorno tenístico mucho apunta a divergencias sobre la manera de encarar el juego y las competencias. En los últimos tiempos, nunca se vio a los dos entrenadores -Ivan Lendl y su padre, Alexander Zverev- al mismo tiempo en los torneos.

El lunes, Lendl siguió casi sin inmutarse la caída por 4-6, 6-3, 6-2 y 7-5 ante el checo Jiri Vesely, procedente de la clasificación. El ambicioso y orgulloso padre, en tanto, renunció a viajar al sudoeste de Londres. En París, en el Abierto de Francia, fue al revés. El ex número uno del mundo Lendl estuvo ausente oficialmente por una alergia al polen.

En París, a Zverev se lo veía asombrosamente distendido. En Stuttgart, en el inicio de la temporada sobre césped, aseguró que ya podía volver a concentrarse completamente en el tenis. Aseguró que su tenis en sí no era la causa del peor resultado sufrido en un Grand Slam desde el Abierto de Francia de 2017. "Físicamente me siento en forma. Podría jugar diez sets".

Sin embargo, se lo vio inseguro. Comenzó bien, pero hicieron falta pocos momentos para que perdiera el control. Ya antes de Wimbledon Boris Becker había criticado su forma de jugar: "En algún momento, los rivales le calaron el juego. Y no siguió desarrollándolo", dijo el triple campeón de Wimbledon a "Sport Bild".

La eliminación en el clásico sobre césped confirmó a los críticos de Zverev que aún no está lo suficientemente maduro para los honores de un Grand Slam. Zverev apuesta a que el cambio en esta inestable temporada se produzca en los torneos sobre pista dura y el Abierto de Estados Unidos, que comienza a fines de agosto. Allí aspira a lograr, por fin, cambiar su suerte.

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