La economía alemana se recupera en el primer trimestre
Wiesbaden (Alemania), 15 may (dpa) - La economía alemana recobró impulso en los primeros tres meses del año con un aumento del producto interno bruto (PIB) del 0,4 por ciento en comparación con el trimestre anterior, indican datos de la Oficina Federal de Estadísticas publicados hoy.
El consumo interno y el auge del sector de la construcción fueron los principales impulsores del crecimiento en la principal economía de Europa.
El gasto de los consumidores privados aumentó fuertemente respecto al trimestre anterior. Según el instituto de investigación de mercado GfK, los consumidores continúan adquiriendo bienes y servicios gracias a la floreciente situación del mercado laboral, que registra valores históricos.
"Si sé que mi puesto de trabajo es bastante seguro, también estoy dispuesto a hacer gastos mayores o incluso a endeudarme", comentó recientemente el experto de GfK Rolf Bürkl.
Las inversiones en edificios aumentaron considerablemente a comienzos de 2019 y las empresas invirtieron más en maquinarias y otros equipamientos.
Por otra parte, el sector alemán del comercio exterior se muestra preocupado por la reciente escalada en la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Las dos mayores economías del mundo son los mercados individuales más importantes para la exportación alemana.
"Las disputas comerciales iniciadas por Estados Unidos con China y también con Europa son altamente peligrosas para la economía mundial", advirtió Holger Bingmann, presidente de la Asociación de Comercio Exterior (BGA).
Muchos puestos de trabajo y la prosperidad económica dependen del acceso de las empresas alemanas a los mercados de todo el mundo, agregó.
La coyuntura alemana se debilitó en el segundo semestre de 2018. El PIB se redujo en el tercer trimestre como consecuencia de las disputas comerciales y los problemas de la industria automotriz relacionados con la conversión de motores al estándar de medición de consumo y escape WLTP.
A finales de año, el desarrollo económico alemán se estancó. El Gobierno y numerosos economistas bajaron sus previsiones de crecimiento para el año en curso.
El Gobierno solo espera un aumento del 0,5 por ciento del PIB en lugar del 1,0 por ciento previsto inicialmente. La razón principal es el enfriamiento de la economía mundial.
El consumo interno y el auge del sector de la construcción fueron los principales impulsores del crecimiento en la principal economía de Europa.
El gasto de los consumidores privados aumentó fuertemente respecto al trimestre anterior. Según el instituto de investigación de mercado GfK, los consumidores continúan adquiriendo bienes y servicios gracias a la floreciente situación del mercado laboral, que registra valores históricos.
"Si sé que mi puesto de trabajo es bastante seguro, también estoy dispuesto a hacer gastos mayores o incluso a endeudarme", comentó recientemente el experto de GfK Rolf Bürkl.
Las inversiones en edificios aumentaron considerablemente a comienzos de 2019 y las empresas invirtieron más en maquinarias y otros equipamientos.
Por otra parte, el sector alemán del comercio exterior se muestra preocupado por la reciente escalada en la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Las dos mayores economías del mundo son los mercados individuales más importantes para la exportación alemana.
"Las disputas comerciales iniciadas por Estados Unidos con China y también con Europa son altamente peligrosas para la economía mundial", advirtió Holger Bingmann, presidente de la Asociación de Comercio Exterior (BGA).
Muchos puestos de trabajo y la prosperidad económica dependen del acceso de las empresas alemanas a los mercados de todo el mundo, agregó.
La coyuntura alemana se debilitó en el segundo semestre de 2018. El PIB se redujo en el tercer trimestre como consecuencia de las disputas comerciales y los problemas de la industria automotriz relacionados con la conversión de motores al estándar de medición de consumo y escape WLTP.
A finales de año, el desarrollo económico alemán se estancó. El Gobierno y numerosos economistas bajaron sus previsiones de crecimiento para el año en curso.
El Gobierno solo espera un aumento del 0,5 por ciento del PIB en lugar del 1,0 por ciento previsto inicialmente. La razón principal es el enfriamiento de la economía mundial.
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