Embajador israelí en Alemania evita contacto con AfD por alta ofensa
Berlín, 12 may (dpa) - El embajador israelí en Alemania, Jeremy Issacharoff, evita cualquier contacto con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) por su postura respecto del Holocausto, señaló el diplomático en una entrevista con dpa.
"Los líderes de este partido han dicho en varias oportunidades cosas que me parecen altamente ofensivas para los judíos, para Israel y con respecto a todo el tema del Holocausto", explicó Issacharoff.
Muchos alemanes desarrollaron a lo largo de los años una cultura de la memoria muy respetuosa. "No atribuiría esta cualidad a la AfD", señaló.
Issacharoff comentó que hace sólo una semana había conmemorado en el antiguo campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, a los seis millones de judíos asesinados por los nazis.
"Me resulta muy difícil imaginar cualquier tipo de conversación con elementos que sientan alguna forma de nostalgia por este pasado", añadió el embajador refiriéndose a los ultraderechistas partidarios de la AfD.
El diplomático israelí lamentó la existencia de una tendencia "inquietante" hacia el antisemitismo en Alemania.
"Cada uno debe hacer lo que esté en sus manos para minimizar esta tendencia en la medida de lo posible", dijo. El pasado ha demostrado lo que el antisemitismo puede ocasionar. Hoy no se trata sólo de una amenaza para los judíos o los israelíes, sino de una amenaza sustancial para Alemania como sociedad tolerante y democrática, señaló.
El jefe de la AfD de Turingia, Björn Höcke, desencadenó un intenso debate en 2017 con su llamamiento a un "cambio de 180 grados en la política de la memoria".
Höcke había dicho anteriormente en un discurso sobre el Monumento Conmemorativo del Holocausto en Berlín: "Nosotros, los alemanes, nuestro pueblo, somos los únicos en el mundo que hemos plantado un monumento de la vergüenza en el corazón de su capital".
También Alexander Gauland, jefe de la AfD a nivel federal, también causó indignación con una cita de la época nazi en la que afirmó que "Hitler y los nazis son sólo una cagada de pájaro en vista de los más de 1000 años de existosa historia alemana".
Gauland reconsideró más tarde su declaración y dijo que fue "malinterpretable y, por lo tanto, (por su parte) políticamente imprudente".
"Los líderes de este partido han dicho en varias oportunidades cosas que me parecen altamente ofensivas para los judíos, para Israel y con respecto a todo el tema del Holocausto", explicó Issacharoff.
Muchos alemanes desarrollaron a lo largo de los años una cultura de la memoria muy respetuosa. "No atribuiría esta cualidad a la AfD", señaló.
Issacharoff comentó que hace sólo una semana había conmemorado en el antiguo campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, a los seis millones de judíos asesinados por los nazis.
"Me resulta muy difícil imaginar cualquier tipo de conversación con elementos que sientan alguna forma de nostalgia por este pasado", añadió el embajador refiriéndose a los ultraderechistas partidarios de la AfD.
El diplomático israelí lamentó la existencia de una tendencia "inquietante" hacia el antisemitismo en Alemania.
"Cada uno debe hacer lo que esté en sus manos para minimizar esta tendencia en la medida de lo posible", dijo. El pasado ha demostrado lo que el antisemitismo puede ocasionar. Hoy no se trata sólo de una amenaza para los judíos o los israelíes, sino de una amenaza sustancial para Alemania como sociedad tolerante y democrática, señaló.
El jefe de la AfD de Turingia, Björn Höcke, desencadenó un intenso debate en 2017 con su llamamiento a un "cambio de 180 grados en la política de la memoria".
Höcke había dicho anteriormente en un discurso sobre el Monumento Conmemorativo del Holocausto en Berlín: "Nosotros, los alemanes, nuestro pueblo, somos los únicos en el mundo que hemos plantado un monumento de la vergüenza en el corazón de su capital".
También Alexander Gauland, jefe de la AfD a nivel federal, también causó indignación con una cita de la época nazi en la que afirmó que "Hitler y los nazis son sólo una cagada de pájaro en vista de los más de 1000 años de existosa historia alemana".
Gauland reconsideró más tarde su declaración y dijo que fue "malinterpretable y, por lo tanto, (por su parte) políticamente imprudente".
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