Alemania rehusa proyectos de desarrollo con Arabia Saudí por deudas
Riyadh, 12 may (dpa) - La organización alemana para la cooperación y el desarrollo internacional GIZ no acepta nuevos proyectos en Arabia Saudí debido a facturas pendientes de pago por millones de euros, declaró a dpa un portavoz de la entidad estatal.
La mayoría de las reclamaciones pendientes proceden de proyectos de formación profesional llevados ya a cabo por la GIZ en el reino árabe, señaló el vocero. En el último resúmen anual publicado al cierre del año 2017, las cuentas por cobrar ascendían a unos 35 millones de euros (39 millones de dólares).
La GIZ organiza principalmente el trabajo de desarrollo que Alemania lleva a cabo en todo el mundo. Su principal contratante es el Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ). Sin embargo, la organización también intenta generar beneficios propios a través de la empresa de servicios GIZ International Services.
Este prestador de servicios estuvo a cargo del tema de formación profesional por encargo del reino saudí. Poco antes de la finalización del contrato en 2016, el valor contratado se estimó en más de 119 millones de euros (unos 133 millones de dólares). Desde entonces ha habido disputas sobre los montos pendientes a cobrar, informó el portavoz.
La GIZ no quiso hacer comentarios sobre cifras concretas y se refirió sólo a las negociaciones en curso con Arabia Saudí. No obstante, un vocero dijo que la suma de las reclamaciones había disminuido continuamente en los últimos años.
La cooperación entre Alemania y Arabia Saudí ha sido criticada repetidamente por la oposición en el Bundestag. El país islámico-conservador, bajo el liderazgo del joven príncipe heredero Mohamed bin Salman, actúa de manera dura contra sus opositores.
El heredero del trono también es criticado internacionalmente por el brutal asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi.
La mayoría de las reclamaciones pendientes proceden de proyectos de formación profesional llevados ya a cabo por la GIZ en el reino árabe, señaló el vocero. En el último resúmen anual publicado al cierre del año 2017, las cuentas por cobrar ascendían a unos 35 millones de euros (39 millones de dólares).
La GIZ organiza principalmente el trabajo de desarrollo que Alemania lleva a cabo en todo el mundo. Su principal contratante es el Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ). Sin embargo, la organización también intenta generar beneficios propios a través de la empresa de servicios GIZ International Services.
Este prestador de servicios estuvo a cargo del tema de formación profesional por encargo del reino saudí. Poco antes de la finalización del contrato en 2016, el valor contratado se estimó en más de 119 millones de euros (unos 133 millones de dólares). Desde entonces ha habido disputas sobre los montos pendientes a cobrar, informó el portavoz.
La GIZ no quiso hacer comentarios sobre cifras concretas y se refirió sólo a las negociaciones en curso con Arabia Saudí. No obstante, un vocero dijo que la suma de las reclamaciones había disminuido continuamente en los últimos años.
La cooperación entre Alemania y Arabia Saudí ha sido criticada repetidamente por la oposición en el Bundestag. El país islámico-conservador, bajo el liderazgo del joven príncipe heredero Mohamed bin Salman, actúa de manera dura contra sus opositores.
El heredero del trono también es criticado internacionalmente por el brutal asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi.
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